La Palabra de Dios en la Biblia, versión Nueva
Biblia Latinoamericana de Hoy, dice en Isaías 2:1-9
Isa 2:1 Lo que vio Isaías, hijo de
Amoz, con relación a Judá y Jerusalén.
Isa
2:2 Acontecerá en los postreros días,
Que el monte de la casa del SEÑOR Será establecido como cabeza de los montes.
Se alzará sobre los collados, Y confluirán a él todas las naciones.
Isa
2:3 Vendrán muchos pueblos, y dirán:
"Vengan, subamos al monte del SEÑOR, A la casa del Dios de Jacob, Para que
nos enseñe acerca de Sus
caminos, Y andemos en Sus sendas." Porque de Sion saldrá la ley (la
instrucción), Y de Jerusalén la palabra del SEÑOR.
Isa
2:4 El juzgará entre las naciones, Y
hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, Y
sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, Ni se
adiestrarán más para la guerra.
Isa
2:5 Casa de Jacob, vengan y caminemos a
la luz del SEÑOR.
Isa
2:6 Ciertamente has abandonado a Tu
pueblo, la casa de Jacob, Porque están llenos de costumbres del oriente, Son adivinos como los Filisteos, Y
hacen tratos con hijos de extranjeros.
Isa
2:7 Se ha llenado su tierra de plata y
de oro, Y no tienen fin sus tesoros. Su tierra se ha llenado de caballos, Y no
tienen fin sus carros.
Isa
2:8 También su tierra se ha llenado de
ídolos. Adoran la obra de sus manos, Lo que han hecho sus dedos.
Isa
2:9 Ha sido humillado el hombre común, Y ha sido abatido el hombre de importancia; Pero no los perdones.
Isaías significa “la salvación
del Señor”; nombre muy apropiado para este profeta que habla tanto de Jesús el
Salvador y Su Salvación.
El pueblo profesante de Dios no
sabía o no consideraba que ellos debían su vida y su bienestar al cuidado y
bondad paternal de Dios. ¿Cuántos descuidan los asuntos de su alma?
La
enfermedad del pecado es la mayor amenaza para el hombre mortal. Desde la planta de los pies a la cabeza, desde
el campesino más bajo al mayor de los nobles, no hay salud, ni buen principio,
ni religión, porque esa es la salud del alma. Nada sino culpa y corrupción, los
tristes efectos de la caída de Adán. Mientras el pecado persista sin
arrepentimiento, nada se hace para sanar tales heridas y evitar sus efectos
fatales.
Es por
la misericordia de Jehová que nosotros no somos consumidos. La
naturaleza mala está en cada uno de nosotros; sólo Jesús y su Espíritu
santificador pueden restaurarnos a la salud espiritual.
El evangelio trae gozo consigo.
Los que desean tener gozo, deben hacerse la expectativa de trabajar arduamente,
como el agricultor, antes de tener el gozo de la cosecha y por duro conflicto,
como el soldado, antes de repartir el botín.
Los judíos fueron librados del
yugo de muchos opresores, esto es sombra de la liberación del creyente del yugo
de Satanás. La limpieza de las almas de los creyentes del poder y la
contaminación del pecado será efectuada por la obra del Espíritu Santo como
fuego purificador. Estas grandes cosas para la Iglesia serán hechas por el
Mesías Emanuel. El Hijo ha nacido: era seguro; y la Iglesia, antes que Cristo
se encarnara, se benefició por su obra. Es una profecía suya y de su reino, que
leen con placer los que esperan la consolación de Israel. Este Hijo nació para
provecho de nosotros los hombres, de nosotros los pecadores, de todos los
creyentes, desde el comienzo hasta el fin del mundo.
Con justicia se le llama
Admirable, porque Él es Dios y hombre. Su amor es la admiración de los ángeles
y de los santos glorificados. Él es el Consejero, porque conoce los consejos de
Dios desde la eternidad; y Él da consejo a los hombres, consejos en que
consulta nuestro bienestar. Es el Admirable Consejero; nadie enseña como Él. Es
Dios, el Poderoso. Tal es la obra del Mediador que ningún poder menor que el
del Dios todopoderoso podía hacer que ocurriera. Es Dios, uno con el Padre.
Como Príncipe de Paz nos reconcilia a Dios; es el Dador de paz en el corazón y
la conciencia; cuando su reino esté plenamente establecido, los hombres no
aprenderán más a guerrear.
El principado está sobre Él,
que llevará esa carga. Cosas gloriosas se dicen del gobierno de Cristo. No hay
final para el aumento de la paz, porque la felicidad de los súbditos durará
para siempre.
La plena armonía de esta
profecía con la doctrina del Nuevo Testamento, demuestra que los profetas
judíos y los maestros cristianos tenían el mismo punto de vista de la persona y
la salvación del Mesías. ¿A cuál rey o reino terrenal se pueden aplicar estas
palabras? Entonces, oh Señor, date a conocer a tu pueblo por todo nombre de
amor y en todo carácter glorioso. Da aumento de gracia en todo corazón de tus
redimidos de la tierra.
Se anuncia el llamamiento a los
gentiles, la difusión del evangelio y su predicación mucho más extensa, aun por
venir.
Fortalezcámonos los cristianos unos a otros, y sostengámonos unos
a otros. Dios es quien enseña a su pueblo por Su Palabra y su Espíritu. Cristo
promueve la paz y la santidad. Si todos los hombres fueran cristianos de
verdad, no habría guerra pero nada que
responda a tales deseos ha ocurrido aun en la tierra.
No importa lo que otros hagan,
andemos nosotros en la luz de esta paz. Recordemos que cuando florece la
verdadera fe, los hombres se deleitan en subir a la casa de Jehová y en instar
a otros a que los acompañen. Peligran los que se complacen con compañías ajenas
a Dios porque pronto aprendemos a seguir
los caminos de las personas cuya compañía atesoramos.
No es el tener plata u oro,
caballos y carruajes, lo que desagrada a Dios, sino depender de ellos como si
no estuviéramos a salvo, tranquilos y felices sin ellos, y no pudiéramos serlo
sin ellos. El pecado es una desgracia para los más pobres y para los más bajos.
Aunque las tierras llamadas cristianas no estén llenas de ídolos, en el sentido
literal, ¿no están llenas de riquezas idolatradas? ¿No están los hombres tan
ocupados con sus ganancias y liberalidades que, el Señor, sus verdades y sus
preceptos son olvidados o desdeñados?
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