} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: EL ORDEN ESTABLECIDO POR DIOS (III)

martes, 22 de julio de 2014

EL ORDEN ESTABLECIDO POR DIOS (III)





1Cor 11:4  Todo varón que ora o profetiza con la cabeza cubierta, afrenta su cabeza.
1Cor 11:5  Pero toda mujer que ora o profetiza con la cabeza descubierta, afrenta su cabeza; porque lo mismo es que si se hubiese rapado.
1Cor 11:6  Porque si la mujer no se cubre, que se corte también el cabello; y si le es vergonzoso a la mujer cortarse el cabello o raparse, que se cubra.
1Cor 11:7  Porque el varón no debe cubrirse la cabeza, pues él es imagen y gloria de Dios; pero la mujer es gloria del varón.

Era la costumbre griega, y así también la de Corinto, que el hombre en el culto estuviese descubierto, mientras que los judíos llevaban el Talith, o velo, para demostrar su reverencia delante de Dios y su indignidad de mirarle a él (Isaias_6:2  Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban.) sin embargo se exceptúa los casos donde,  como en Grecia,  era distinta la costumbre del lugar.   Deshonra su cabeza  llevando un velo que sea señal de sujeción o que le haga mirar hacia abajo en vez de hacerlo mirar hacia arriba,  a su Cabeza espiritual, Cristo, a quien solo debe someterse.
¿Por qué, entonces, no debe el varón llevar un velo en señal de sujeción a Cristo, como la mujer lo lleva en señal de sujeción al varón? “Cristo es invisible; el varón es visible. Así, el velo del que está bajo Cristo no se ve; pero el velo de la que está bajo el varón, sí se ve.
 Las mujeres que hablaban en culto público era un caso extraordinario, y se justificaba sólo por los dones milagrosos que servían a tales mujeres de credenciales; por ejemplo, Ana la profetisa y Priscila (así se relata en Hechos_2:18 Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas en aquellos días Derramaré de mi Espíritu, y profetizarán).
La regla ordinaria para las mujeres cristianas era el silencio en público (  1Ti_2:11-12 La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.  12  Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio). La receptividad y la actividad mentales en la vida familiar se reconocen en el cristianismo como las actitudes más concordantes con el destino de la mujer. Este pasaje no necesariamente prohíbe el que las mujeres hablen en público, aun cuando posean los dones milagrosos; sino que sencillamente hace constar lo que tuvo lugar en Corinto, sin expresar una opinión sobre el particular. Aun las mismas mujeres que tenían el don de la profecía, habían de ejercer su don, a otra hora y en otro lugar, antes que en la congregación pública.
  Al hacer a un lado el velo, hace a un lado la señal de su sujeción al varón, que es su verdadera “honra:” porque por él ella tiene relación con Cristo, la cabeza del hombre. Además, como el velo era el emblema de la modestia virginal, ante el varón (Gen_24:65  porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por el campo hacia nosotros? Y el criado había respondido: Este es mi señor. Ella entonces tomó el velo, y se cubrió.), y de la castidad conyugal (Gen_20:16 Y a Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata a tu hermano; mira que él te es como un velo para los ojos de todos los que están contigo, y para con todos; así fue vindicada.) así, tener la cabeza no cubierta indicaba que ya no quería estar bajo el poder del marido, de ahí que a la mujer sospechada le descubría la cabeza el sacerdote (Num_5:18 Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.). Se entiende que “su cabeza” de ella sería el varón, su cabeza simbólica, no la literal; pero como es literal en la frase anterior, debe serlo en la posterior. Ya que el cabello de la mujer le es dado por naturaleza como velo,  el cortárselo, como el varón, sería indecoroso: por tanto, quitarse el velo también, como el varón, sería asimismo indecoroso. A ella le es natural criar cabellos en lugar de velo; y debe, por tanto, agregar lo otro, llevar el velo sobre su cabeza, para dar a conocer que ella hace de voluntad propia lo que la naturaleza misma enseña que debe hacer, en señal de su sujeción a su marido.
 A la mujer no le gustaría ser trasquilada, ni, lo que es peor, ser afeitada; pero si ella escoge estar sin velo, estese también sin cabello, trasquilada. Durante el primer siglo las mujeres se presentaban en público con la cabeza cubierta con un velo; esto era la costumbre entre las mujeres judías, griegas y romanas. Aunque la forma del velo variaba, era parte integrante del vestuario.
   
Para un entendimiento apropiado debe estar basado en la comprensión de los principios de la creación y las costumbres de la sociedad de los corintios. Adán y Eva fueron creados como seres interdependientes,  juntos representaban a la humanidad como un todo. El orden y la forma en que fueron creados revelan la gloria de Dios y el señorío de Cristo. Además, la mujer es la gloria del varón  debido a que fue creada como su compañera apropiada  y dotada por la naturaleza para cumplir su papel.

 Una mujer que aparecía descubierta en público era considerada como una perdida y alguien inmoral. No cubrirse el cabello o una cabeza afeitada eran símbolo de una condición perdida o corrupta (Lev_14:8-9 Y el que se purifica lavará sus vestidos, y raerá todo su pelo, y se lavará con agua, y será limpio; y después entrará en el campamento, y morará fuera de su tienda siete días.
 9  Y el séptimo día raerá todo el pelo de su cabeza, su barba y las cejas de sus ojos y todo su pelo, y lavará sus vestidos, y lavará su cuerpo en agua, y será limpio) y en Num_5:18 Y hará el sacerdote estar en pie a la mujer delante de Jehová, y descubrirá la cabeza de la mujer, y pondrá sobre sus manos la ofrenda recordativa, que es la ofrenda de celos; y el sacerdote tendrá en la mano las aguas amargas que acarrean maldición.). Aun así estos versículos destacan la desgracia de las mujeres que no mostraban su sumisión en el culto público.
Dios ha creado grados de autoridad a fin de que su creación funcionara normalmente, sin embargo deben existir grados de autoridad, aun en el matrimonio, no deben existir grados de superioridad. Dios creó hombres y mujeres con características únicas y complementarias. Un sexo no es mejor que el otro. No debemos permitir que el asunto de la autoridad y la sumisión se convierta en una arma para destruir la unidad matrimonial. En cambio, debemos usar nuestros dones únicos para fortalecer nuestros matrimonios y glorificar a Dios.
-Satanás odia el orden de Dios, y siempre hará  lo posible para desordenar, sea como sea lo que Dios ha establecido. Engañó a Eva, y siempre intentará que la mujer desobedezca ese orden de autoridad para que se revele contra el hombre y así trastocar todas las bendiciones que van unidas en el hogar donde se respeta el principio de autoridad. A los hombres trata de confundirnos con filosofías y corrientes de pensamiento que en nada tienen que ver con el orden que Dios ha establecido. Muchas personas inmaduras, filosofan o preguntan ¿Por qué dio esta autoridad al hombre? ¿Por qué no creo a la mujer primero? Es una pérdida de tiempo especular sobre la Soberanía de Dios, si al Señor le pareció bien así, quienes somos nosotros para siquiera cuestionarlo. El Plan de Dios para la familia está siendo atacado por el enemigo, seduciendo por los sentidos. Así podemos ver tras la emancipación de la mujer y su incorporación a la vida  laboral, como muchas familias, aun cristianas, han primado la obtención de ingresos económicos, a seguir lo establecido por Dios. Así, las guarderías se han convertido en madres temporales y el trabajo en el estorbo para la bendición en el hogar. -

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