De noche, a menudo se juntaban las ovejas
dentro de un redil para protegerlas de ladrones, del tiempo o de animales
salvajes. Los rediles eran cuevas, apriscos o áreas abiertas rodeadas de
paredes construidas de piedras o ramas. Por lo general, el pastor dormía dentro
del redil para proteger las ovejas. Del mismo modo que un pastor cuida de sus
ovejas, Jesús, el Buen Pastor, cuida de su rebaño (quienes lo siguen). El
profeta Ezequiel, al predecir la venida del Mesías, lo llamó pastor (Ezequiel_34:20-23 Por
tanto, así les dice Jehová el Señor: He aquí yo, yo juzgaré entre la oveja
engordada y la oveja flaca, por cuanto empujasteis con el costado y con el
hombro, y acorneasteis con vuestros cuernos a todas las débiles, hasta que las
echasteis y las dispersasteis
Yo
salvaré a mis ovejas, y nunca más serán para rapiña; y juzgaré entre oveja y
oveja.
Y
levantaré sobre ellas a un pastor, y él las apacentará; a mi siervo David, él
las apacentará, y él les será por pastor).
En el redil, el pastor cumplía la función de
puerta, permitiendo la entrada a las ovejas y protegiéndolas. Jesús es nuestra
puerta a la Salvación de Dios. Ofrece el acceso a la protección y a la
seguridad. Cristo es nuestro protector. Algunas personas toman a mal que Jesús
sea la puerta, el único camino de acceso a Dios. Pero Jesús es el Hijo de Dios.
¿Por qué habríamos de buscar otro camino o por qué querríamos una forma de abordar
a Dios hecha a nuestra medida? (Juan 14:6. Jesús le dijo: Yo soy el
camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.)
En contraste con el ladrón que viene para
arrebatar la vida, Jesús da vida. La vida que El da ahora es abundantemente más
rica y plena. Es eterna y, sin embargo, comienza de inmediato. La vida en
Cristo se disfruta en un plano más elevado debido a su sobreabundante perdón,
amor y dirección. ¿Ha aceptado la vida que le ofrece Cristo?
El asalariado cuida las ovejas por dinero, y
cuando viene los peligros deja al rebaño solo. Mientras que el pastor lo hace
por amor. El pastor es el dueño de las ovejas y se dedica a ellas. Jesús no
solo lleva a cabo una tarea, sino que está dedicado a amarnos e incluso a dar
su vida por nosotros. Los falsos maestros y profetas no tienen esta dedicación.
Jesús
estuvo en Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos, luego predicó en varias
aldeas, tal vez en Judea, antes de volver a Jerusalén para la Fiesta de la
Dedicación. De nuevo provoca el enojo de los líderes religiosos, quienes
trataron de arrestarlo, pero El sale de la ciudad y va al otro lado del Jordán
para predicar.
Las "otras ovejas" eran los
gentiles. Algunas sectas se apropian de esta expresión para indicar, que Jesús
se refería a ellos, tergiversando y manipulando lo que la Palabra de Dios dice
en la Biblia.
Jesús vino para
salvar a gentiles y judíos por igual. Esta es una revelación de su misión
mundial: morir por los pecados del mundo. La gente tiende a querer limitar las
bendiciones de Dios a su grupo, pero Jesús no acepta que lo limiten las
barreras que erigimos, por intereses inconfesables.
La muerte y resurrección de Cristo, como parte
del plan de Dios para la salvación del mundo, estaban totalmente bajo el control
de Dios. Nadie podía matar a Jesús sin su consentimiento.
Si Jesús solo hubiese sido un hombre, sus
declaraciones de que era Dios habrían probado su locura. Pero sus milagros
demostraron que sus palabras eran ciertas: El verdaderamente era Dios. Los
líderes judíos no veían más allá de sus propios prejuicios y miraban a Jesús
únicamente desde una perspectiva humana: Jesús confinado a un cuerpo humano.
Pero a Jesús no lo puede limitar esta visión restringida.
La Fiesta de la Dedicación conmemoraba la
restauración del templo bajo Judas Macabeo en 165 a.C., después que Antíoco
Epífanes lo profanase al sacrificar un cerdo sobre el altar del holocausto. La
fiesta se celebraba a finales de diciembre. Esta es también la actual Fiesta de
las Luces, llamada Hanukah.
El pórtico de Salomón era una galería cubierta
sostenida por grandes columnas de piedra la cual se encontraba en el patio del
templo apenas traspuesto los muros.
Muchas personas que piden pruebas lo hacen por
motivos que no corresponden. La mayoría de aquellos cuestionadores no deseaban
seguir a Jesús como El quería. Tenían la esperanza de que Jesús se proclamase
Mesías por razones no exactamente correctas. A ellos, al igual que a los discípulos
y el resto de la gente en la nación judía, les habría encantado que El hubiera
echado a los romanos. Sin embargo, muchos no pensaban que lo haría. Estos que
dudaban tenían la esperanza de que se identificase para acusarlo de mentiroso (Juan 8:13 Entonces los
fariseos le dijeron: Tú das testimonio acerca de ti mismo; tu testimonio no es verdadero).
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