1Cor 11:23 Porque yo recibí del
Señor lo que también os he enseñado: Que el Señor Jesús, la noche que fue
entregado, tomó pan;
1Cor 11:24 y habiendo dado
gracias, lo partió, y dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es
partido; haced esto en memoria de mí.
1Cor 11:25 Asimismo tomó también
la copa, después de haber cenado, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi
sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí.
1Cor 11:26 Así, pues, todas las
veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor
anunciáis hasta que él venga.
Los ricos “antes que”
los pobres, que no tenían nada de suyo, en lugar de “esperarse” unos a otros,
su propio vientre es su dios” (Filipenses_3:19el fin de los cuales
será perdición, cuyo dios es el vientre, y cuya gloria es su vergüenza; que
sólo piensan en lo terrenal.); “la cena del Señor,” la fiesta
espiritual, nunca ocupa su mente.
Allí, en sus propias casas, es donde se debe
saciar el hambre, no en la asamblea de los hermanos. Es decir, despreciáis la congregación que está compuesta
mayormente de pobres, “elegidos por Dios” (Santiago_2:5
Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido
Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del
reino que ha prometido a los que le aman?)
El propósito del apóstol es enseñar lo indigna
que era tal conducta en vista de la dignidad de la santa cena. Queriendo decir que no era una invención suya, sino una institución del Señor.
Recibí del Señor por revelación
inmediata (Gal_1:12 pues yo ni lo recibí
ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo.
Hechos_22:17-18 Y me aconteció, vuelto a
Jerusalén, que orando en el templo me sobrevino un éxtasis. Y le vi que me
decía: Date prisa, y sal prontamente de Jerusalén; porque no recibirán tu
testimonio acerca de mí.; 2Cor_12:1-4 Ciertamente no me
conviene gloriarme; pero vendré a las visiones y a las revelaciones del Señor.
Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo,
no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el
tercer cielo.
Y
conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo
sabe),
que
fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al
hombre expresar).
La similitud entre el relato de San Lucas y el
de San Pablo de dicha institución, favorece la suposición de que el primero
recibió su información del apóstol, de quien era compañero de viaje. Así, esta
coincidencia impensada es una prueba de la autenticidad de esta ordenanza. La hora fijada para la pascua (Exo_12:6 Y lo guardaréis
hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo
de Israel entre las dos tardes)
aunque el tiempo para la cena del Señor no está fijo.
Estando el
traidor a la mesa, y su muerte tan cercana, Jesús dejó este mandamiento como su
último don a nosotros para conmemorar su muerte. Aunque estaba a punto de
recibir tan grande daño de parte del hombre, no obstante le dio una prenda de
su admirable amor hacia él.
El partimiento del pan
envuelve la repartición del mismo, y reprueba la práctica de los corintios, en
la fiesta de amor, de “tomar cada uno, antes que los demás, su propia cena.” esto es mi cuerpo que por vosotros es partido
“Dado” (Luk_22:19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo:
Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí.)
por vosotros (griego: en vuestro favor)
y “partido” para ser distribuido entre vosotros. Los manuscritos más antiguos
omiten “partido,” dejando que sea suplido por el término “partió”.
El cuerpo
literal no podía ser el sentido de esta frase, pues Cristo estaba presente
palpablemente entre sus discípulos cuando dijo: “Esto es mi cuerpo.” Ellos
solamente podían entenderle en sentido simbólico y analógico: Como este pan es
para el bien de vuestra salud física, así es mi cuerpo para la salud espiritual
de cada creyente que participa.
El griego: “después de comida la cena”,
es decir, la cena pascual que había precedido a la cena del Señor, así como el ágape, o fiesta de amor, más tarde.
Por tanto, vosotros corintios, debierais hacer una separación entre las comidas
ordinarias y la cena del Señor. La copa
viene a ser, simbólicamente, el pergamino donde está escrito mi nuevo convenio,
o testamento, firmado y sellado, que os traspasa a vosotros toda bendición
ahora y para siempre en mi sangre—Es
decir, ratificado por mi sangre,
mi muerte: “no por la sangre de machos cabríos ni de becerros” (Heb_9:12 y no por sangre
de machos cabríos ni de becerros, sino por su propia sangre, entró una vez para
siempre en el Lugar Santísimo, habiendo obtenido eterna redención).
Haced esto todas las veces que bebiereis, lo que insinúa
que se había de celebrar a menudo. Esto
lo expresa Lucas, lo cual es entendido por Mateo y Marcos. Pablo lo repite la
segunda vez, por cuanto convenía a sus propósitos. Los antiguos sacrificios
continuamente traían los pecados
a la memoria (Heb_10:1-4 Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no
la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se
ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se acercan.
De
otra manera cesarían de ofrecerse, pues los que tributan este culto, limpios
una vez, no tendrían ya más conciencia de pecado.
Pero
en estos sacrificios cada año se hace memoria de los pecados;
porque
la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados).
La cena del
Señor conmemora a Cristo y su
sacrificio hecho una vez por todas para la plena y final remisión de pecados.
Como una prueba de que
la cena del Señor es “en conmemoración de él” la muerte del Señor anunciáis públicamente. El griego
no significa representar
dramáticamente, sino “profesar públicamente que el Señor ha muerto por
mí.” La palabra “anunciáis”, así como el
“es”, en el acto de instituir la cena,
denota no la presencia literal,
sino una realización vívida de
Cristo en la cena del Señor, como persona viviente, no un mero dogma abstracto,
sino “hueso de nuestro hueso, y carne de nuestra carne” (Efesios_5:30 porque
somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos, como “miembros
de su cuerpo, de su carne, y de sus huesos,” “nuestros cuerpos pecaminosos
hechos limpios por su cuerpo (una vez por todas ofrecido), y nuestras almas
lavadas por su preciosísima sangre.”
“Anunciar” es una expresión aplicable a cosas
nuevas, así
pues, la muerte del Señor debe siempre estar fresca en nuestra memoria. El que la cena del Señor se celebre en conmemoración de él, da a entender
que él está corporalmente ausente, aunque presente espiritualmente, porque no
se puede decir que conmemoremos a uno que esté ausente. El hecho de que no
solamente anunciamos la muerte del Señor en la cena, sino que también comemos y bebemos los símbolos de ella, sólo podían entenderlo los judíos,
acostumbrados a tales fiestas después de los sacrificios expiatorios, como
significando la apropiación personal
de los beneficios de aquella muerte.
Cuando ya no
haya más necesidad de símbolos que representen su cuerpo, estando manifiesto el
cuerpo mismo. El griego expresa
la certeza de su venida. Roma enseña que comemos a Cristo que está presente
corporalmente, “hasta que él venga” corporalmente; una contradicción de
términos. Los panes de la
proposición quedaban en el
santuario, mas no en el lugar santísimo (Hebreos_9:1-8
Ahora bien, aun el primer pacto tenía
ordenanzas de culto y un santuario terrenal.
Porque
el tabernáculo estaba dispuesto así: en la primera parte, llamada el Lugar
Santo, estaban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición.
Tras
el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo,
el
cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas
partes , en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de
Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de
gloria que cubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora
hablar en detalle. Y así dispuestas estas cosas, en la primera parte del
tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los oficios del
culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin
sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia del pueblo;
dando
el Espíritu Santo a entender con esto que aún no se había manifestado el camino
al Lugar Santísimo, entre tanto que la primera parte del tabernáculo estuviese
en pie.)
Así la
cena del Señor en el cielo, que está representado por el lugar santísimo, será
sustituida por la misma presencia corporal de Cristo; entonces el vino será
bebido “nuevo” en el reino del Padre, por Cristo y su pueblo juntos, banquete
celestial, del cual la cena del Señor es una gozosa anticipación espiritual (Mat_26:29 Y os digo que
desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día en que lo
beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre.). Entre tanto que él
viene, pues, así como los panes de la proposición eran colocados nuevos cada sábado sobre la mesa
delante del Señor (Levi_24:5-8 Y tomarás flor de harina, y cocerás de ella doce tortas; cada
torta será de dos décimas de efa.
Y las pondrás en dos hileras, seis en cada
hilera, sobre la mesa limpia delante de Jehová.
Pondrás también sobre cada hilera incienso
puro, y será para el pan como perfume, ofrenda encendida a Jehová.
Cada día de reposo lo pondrá continuamente en orden delante de
Jehová, en nombre de los hijos de Israel, como pacto perpetuo),
así la muerte del Señor era anunciada de
nuevo, en la mesa del Señor, el primer día de cada semana en la iglesia
primitiva. Somos ahora “sacerdotes para Dios” en la dispensación de la
presencia espiritual de Cristo, que era representada por el Lugar Santo. La
dispensación perfecta y eterna, que será hasta que Cristo venga, era
representada por el Lugar Santísimo. y a esta dispensación sólo Cristo, nuestro
Sumo sacerdote, ha entrado en carne hasta ahora (Heb_9:6-7
Y así dispuestas estas cosas, en la primera
parte del tabernáculo entran los sacerdotes continuamente para cumplir los
oficios del culto; pero en la segunda parte, sólo el sumo sacerdote una vez al
año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y por los pecados de ignorancia
del pueblo; ); en la cual en su
venida, nosotros los creyentes también entraremos (Apocal_7:15
Por esto están delante del trono de Dios, y
le sirven día y noche en su templo; y el que está sentado sobre el trono
extenderá su tabernáculo sobre ellos.
Y en Apocal_21:22 Y no vi en ella
templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero).
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