Mateo 6; 9-10
Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los
cielos, santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra.
En estos textos Jesús nos enseña cómo orar. No era su propósito
revelar una oración que debería ser memorizada y rezada (recitada) repetidas
veces. (Mas bien esto es lo que estaba condenando, versículo 7). Esta verdad es
obvia cuando se considera que estos dos textos ni siquiera son iguales; hubiera
sido idéntica la oración en los dos textos si Jesús la hubiera entregado para
ser rezada. La iglesia del primer
siglo no rezaba el "Padre Nuestro".
Los discípulos querían orar correctamente, y Jesús les dice,
"Oraréis así". Dice que debemos orar "así'" (de esta
manera), y entonces nos da un ejemplo de cómo orar correctamente. Algunos
de los elementos principales de la oración aceptable son:
(1). Alabar y exaltar al Padre.
(2). Pedir que se haga su voluntad.
(3). Pedir por su reino.
(4). Pedir el pan de cada día (el sostén, 1Timoteo_6:8).
(5). Pedir el perdón.
(6). Pedir la dirección divina.
Desde luego, hay otros textos
que nos enseñan cómo orar: Juan_14:13; Juan_16:26 nos
enseñan que debemos orar en el nombre
de Jesús; 1Timoteo_2:1-2 agrega detalles
importantes; también 1Tesalonicenses_5:17,
Santiago_1:5; Santiago_5:16, etc. Aparte de instrucciones y
mandamientos, hay buenos ejemplos que seguir.
"Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu
nombre".
Los paganos no podían decir, "Padre Nuestro", porque
los dioses paganos eran, según la imaginación de ellos, crueles, despóticos y
caprichosos. No había relación padre-hijo con los dioses paganos y sus
adoradores. Isaías_64:8, "Ahora pues,
Jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así
que obra de tus manos somos todos nosotros". Pero los dioses paganos, en lugar de haber formado a sus adoradores,
fueron formados por ellos.
"que estás en los cielos".
Esta expresión habla de la majestad y grandeza de Dios; sirve para
exaltarle. Él es el único Dios que está en los cielos. Decimos esto, pues, para
expresar gran reverencia. Desde luego, su presencia llena el universo, como
dijo Salomón, cuando dedicó el templo, "He aquí que los cielos, los cielos
de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he
edificado?" (1Reyes_8:27). Pero la palabra
"cielos" es muy apropiada para expresar la exaltación de Dios.
¿Cómo es santificado su nombre? Es fácil decir esto sin pensar en lo que se
dice. Al decir "Santificado sea tu nombre", pedimos que su nombre sea adorado, reverenciado, respetado y
glorificado. (En Mateo_5:34-37, el nombre
de Dios no es santificado si nuestra palabra no vale o si tomamos en vano su
nombre).
(1). Su gran nombre es glorificado por el culto que le ofrecemos: los cantos, las oraciones, la
predicación y los demás actos de culto.
(2). Pero también es
glorificado por nuestras vidas.
"Sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que
os demande razón de la esperanza que hay en vosotros" (1Pedro_3:15).
(3). Glorificamos a Dios cuando predicamos
y practicamos la enseñanza del Sermón del Monte ( las bienaventuranzas,
5:1-12; buscar primeramente el reino de Dios y su justicia), y toda la
enseñanza del Nuevo Testamento.
“Venga tu reino".
1Crónicas_29:11, dice David, "Tuya es, oh Jehová, la
magnificencia y el poder, la gloria, la victoria y el honor; porque todas las
cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh Jehová, es el
reino, y tú eres excelso sobre todos".
Mateo_3:2;
Mateo_4:17, "Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha
acercado". Así predicaron Juan y Jesús.
(1). Marcos_9:1 "hay algunos de
los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de
Dios venido con poder". El reino iba a venir con poder.
(2). Lucas_23:51, José de Arimatea,
"esperaba el reino de Dios".
(3). Lucas_24:49, los apóstoles
recibirían poder. Hechos_1:5; Hechos_1:8, el
poder del Espíritu Santo. Ese poder vino el día de Pentecostés.
(4). Por lo tanto, el reino vino el día de Pentecostés.
¿Qué es el reino? ¿Qué
vino el día de Pentecostés? ¿Qué sucedió ese día?
(1). Jesús ya había ofrecido su vida en la cruz por los pecados del
mundo. De esa manera El compró su iglesia (Hechos_20:28);
es decir, El pagó el precio de nuestra redención (1Pedro_1:18)
e hizo posible la salvación, el perdón de pecados. Pedro y los apóstoles
explicaron este plan de salvación el día de Pentecostés, y tres mil almas
obedecieron al evangelio (Hechos_2:37-41).
(2). Estas personas fueron trasladadas al reino de Cristo (Colosenses_1:12-13).
(3). Fueron bautizados en un cuerpo, 1Corintios_12:13.
(4). Jesús había dicho, "Edificaré mi iglesia" (Mateo_16:18). ¿Qué es su iglesia? ¿Cuándo la edificó?
La palabra "iglesia" significa los "llamados", los que son
llamados por el evangelio (2Tesalonicenses_2:14).
Son simplemente los salvos. Los primeros que fueron salvos por el evangelio
predicado por los apóstoles fueron los tres mil en el día de Pentecostés.
(5). Los términos "reino", "iglesia",
"cuerpo", "rebaño", etc. todos se refieren a la misma cosa. La palabra "reino"
significa "poder, autoridad", y también el "imperio" de
Dios, o sea, los súbditos o ciudadanos del reino. Colosenses_1:13
lo indica claramente. (6). Si
la iglesia no es el reino, entonces los milenarios (premilenialistas) tienen
razón al decir que el reino todavía no se ha establecido. Pero
recordemos: (a) el reino y la iglesia se establecieron el mismo día; (b) tienen
la misma cabeza; (c) tienen las mismas condiciones de entrada; (d) la cena del
Señor está en la iglesia y está en el reino; y (e) todas las enseñanzas del Nuevo
Testamento son para la iglesia y también son para los ciudadanos del reino.
(7). Si los miembros de la iglesia no son los ciudadanos del reino, ¿quiénes
son los ciudadanos del reino? Si los miembros de la iglesia no están en
el reino, ¿quiénes están en el reino?
(8). Hay un solo cuerpo (Efesios4:4),
pero si la iglesia no es el reino, y el reino no es la iglesia, y si el reino
ya se ha establecido, entonces hay dos
cuerpos. Esta conclusión es ineludible. La implicación y consecuencia de
la enseñanza de los que dicen que la iglesia no es el reino es que en realidad
hay dos cuerpos.
(9). 2Samuel 7:12-13, el
"linaje" de David (Cristo) "edificará casa a mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su REINO". La casa de
Dios es la iglesia (1Timoteo_3:15), pero
el profeta habló con David de su trono
en su casa o reino. Además el
ángel dijo a María, "Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y
el Señor Dios le dará el trono de David
su padre". Hechos_2:29-30, David sabía que
Dios levantaría al Cristo para que se sentase en su trono. Así dijo
Pedro en su sermón el día de Pentecostés.
En ese mismo día Jesús estaba
sobre el trono de David y en ese mismo día edificó su casa, su iglesia según la
profecía de 2Samuel_7:13 y Mateo_16:18.
(10). Los que dicen que la iglesia no es el reino de Mateo_3:2; Marcos_9:1; Colosenses_1:13 son
compañeros de doctrina de los milenarios. Los dos minimizan la bendita
iglesia del Señor Jesús, diciendo que no es el reino de Cristo.
"Hágase tu voluntad, como en el cielo,
así también en la tierra".
Primero, es necesario aprender
la voluntad de Dios por el estudio y por la experiencia. Romanos_12:2 "para que comprobéis (por la
experiencia) cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". Mateo_7:21; Mateo_12:50. Los salvos son los que hacen
la voluntad de Dios. Juan_6:44-45, Todos serán
enseñados de Dios. Mateo_28:19, el evangelio (la
voluntad de Dios) fue predicado a todas las naciones. Hechos de los Apóstoles
nos dice que los apóstoles llevaron a cabo esa comisión. Efesios_5:17 dice, "no seáis insensatos, sino
entendidos de cuál sea la voluntad del Señor". La persona que dice,
"Hágase tu voluntad" cuando no le gusta estudiar la Biblia, ni la lee,
ni la medita, ni acude a ella cada día hace
burla de esta oración.
¿Cuál
es la voluntad de Dios para nosotros? 1Tesalonicenses_4:3
"pues la voluntad de Dios es vuestra santificación". Debemos
apartarnos de todo mal. Debemos limpiar el corazón (la mente, voluntad,
emociones) y presentar el cuerpo como sacrificio vivo al Señor (Romanos_12:1), para
ser transformados a la imagen de Cristo (Romanos_8:29;
2Corintios_3:18; Gálatas_4:19).
Los
que hacen esta oración deben obedecer al evangelio y cumplir la voluntad de
Dios. ¿Qué nos aprovecha orar, "hágase tu voluntad" si no la
queremos hacer nosotros? Esta oración significa que estamos sumisos a Dios.
Entonces, si estamos haciendo la voluntad,
debemos enseñar, amonestar y exhortar a otros para que hagan lo mismo. Debemos
"cooperar" con la oración.
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!
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