} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: LA BIENAVENTURANZA DEL CORAZÓN QUEBRANTADO

sábado, 16 de diciembre de 2017

LA BIENAVENTURANZA DEL CORAZÓN QUEBRANTADO



Mateo 5:4  Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación. ( Parafraseando: Bendita la persona que está desesperadamente dolorida por su propio pecado e indignidad.)


     Jesús habla de "llorar" como se llora la muerte de un ser querido. Significa llorar intensamente. No se refiere al "llorar" por ambiciones fallidas, ni por haber perdido riquezas, ni por haber sido avergonzado, ni por haber sido castigado por alguna maldad. No hay bendiciones para los que lloran por estas causas, a menos que se arrepientan. Tampoco promete bendición para aquellas almas pesimistas que viven lloriqueando por su mala suerte, diciendo que todo el mundo está en contra suya.

Esta bendición se pronuncia sobre los que lloran (1) por los pecados propios, (2) por los pecados de otros, y (3) por el sufrimiento y la tristeza que hay en el mundo.

"¡Ay de vosotros, los que ahora reís!" Lucas_6:25.

  Jesús no enseña que es pecado reír. Eclesiastés 3:1,4 dice, "todo tiene su tiempo... tiempo de llorar, y tiempo de reír". Sin embargo, para muchos el "mayor bien" de la vida es la risa. Para los tales la vida no tiene nada de seriedad, sino que es una gran comedia; para ellos el mundo está lleno de payasos. El buscar placeres es su fin y propósito (Hebreos_11:25; Lucas_8:14). Santiago_5:5 bien describe la gente mundana: "habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza"
Dios se reirá de ellos, Salmo_2:4; Salmo_37:13, "porque ve que viene su día". Lucas_6:25, "¡ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y lloraréis". Tal vez Jesús se refiere a la destrucción de Jerusalén (Lucas_19:41-44).

"La tristeza del mundo produce muerte"
Es importante distinguir entre "la tristeza que es según Dios" que produce arrepentimiento para salvación, y "la tristeza del mundo" que produce muerte (2Corintios_7:9-10). Los criminales lloran porque se descubren y se castigan. El borracho llora porque su hígado está arruinado, y el fumador llora por el cáncer de los pulmones. Muchos lloran porque se dan cuenta de que en su matrimonio están cometiendo adulterio, aunque estén "casados" legalmente. Pero el llorar de estos no produce la dicha a menos que se arrepientan.
Números_14:40-45, el pueblo rebelde se enlutó, pero no fue bendecido 1Samuel_15:24-28, el rey rebelde se puso triste, pero ¿por qué? Porque fue rechazado por Dios por causa de su desobediencia. Mateo 27:3-5, Judas estaba muy triste, aun desesperado, pero su tristeza era "la tristeza del mundo". En su desesperación cometió suicidio 1Pedro_4:15, "ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno". El pecado produce sufrimiento.

1Timoteo_4:2, "teniendo cauterizada la conciencia", muchos no lloran por sus pecados.   Muchos mundanos tratan de suprimir la miseria y tristeza de su vida con alcohol y otras drogas. Jesús no promete consolación para los que "lloran" por "la tristeza del mundo", porque esta tristeza no produce arrepentimiento.

"La tristeza que es según Dios" es la que nos trae muchas bendiciones.
"La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación". De esta tristeza Jesús habla (Mateo_5:4). El llorar no es en sí una bendición, pero si produce arrepentimiento y obediencia, trae bendición.
(1). Esta es la tristeza que sentía David, Salmo_51:17; Salmo_34:18; Salmo_38:18.
(2). Es la tristeza demostrada por la mujer pecadora que "estando detrás de él (Jesús) a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume", Lucas_7:38. Nosotros debemos imitar a esta mujer. Los pecados de nosotros no son mejores o más respetables que los de ella. No hay pecados "veniales y mortales" según la Biblia. Cada vez que pequemos debemos tener la misma actitud que ella demostró. Debemos sentir verdadera tristeza por el pecado, arrepentirnos inmediatamente y pedir perdón al ofendido y a Dios.
(3). La tristeza de Pedro, Mateo_26:75. Después de negar a Jesús tres veces, "saliendo fuera, lloró amargamente" y volvió al Señor (Lucas_22:32).
(4) La tristeza de Joel_2:12-13, "convertíos a mí... con lloro".

Es imposible arrepentirse si no hay tristeza por los pecados. Es necesario sentir tristeza por haber ofendido a Dios.

Los que lloran se preocupan por otros.

Los profetas se preocupaban por el pueblo de Israel, Isaías_22:4; Jeremías_9:1; Jeremías_13:17; Jeremías_14:17; Lamentaciones. Se preocupaban por sus pecados, y por el castigo que iban a sufrir (matanza, cautiverio, esclavitud).
Jesús lloró sobre Jerusalén, Lucas_19:41-44.
Debemos preocuparnos por la condición lamentable del mundo “cristiano”, por los ciegos que siguen a otros ciegos (Mateo_15:14). Debemos preocuparnos por los pecados de la iglesia (mundanalidad, indiferencia, liberalismo, relativismo, humanismo, apostasía), y por el castigo que espera a los infieles 1Corintios_5:2; 2Corintios_2:4; Gálatas4:19; Filipenses_3:18; 1Pedro_4:17-18. Romanos_12:15, "gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran".1Corintios_12:25-26, "que los miembros todos se preocupen los unos por los otros... si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él". Debemos estar preocupados por el sufrimiento que hay en el mundo. Los cristianos no pueden ser indiferentes hacia los demás.

Cristo consuela a los que lloran de esta manera.
  ¡Qué felices, pues, los que lloran por sus pecados, y quieren el perdón de Dios! Serán consolados. Dios nos reprende por el pecado, luego nos sana si nos arrepentimos 2Corintios_1:3; 2Tesalonicenses_2:16 "nos dio consolación". Salmo_30:5, "porque un momento será su ira, pero su favor dura toda la vida".
  Cristo se llama "la consolación de Israel", Lucas_2:25. Mateo_11:28-30, "venid a mí... yo os haré descansar". Isaías_61:1-3, "a ordenar que a los afligidos... se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, alegría... espíritu angustiado". Lucas_4:16-21, "enviado a sanar a los quebrantados de corazón". 1Pedro_2:6, creyentes no serán avergonzados, no decepcionados.
  Hechos_2:37, los "compungidos" obedecieron al Señor, siendo bautizados para el perdón de sus pecados, recibieron el perdón y el don del Espíritu Santo. Isaías_35:10, "y los redimidos de Jehová volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas; y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido" (esta hermosa profecía se cumple en los que obedecen al evangelio y reciben toda bendición espiritual en Cristo, Efesios_1:3). 1Timoteo_1:12-13, Pablo siempre estaba afligido por causa de su pecado. Obedeció al Señor y recibió misericordia (Hechos_22:16; Hechos_26:19). Entonces habló mucho de "gozo" y "regocijo".
  Salmo_126:5-6, "los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas". Apocalipsis_7:17; Apocalipsis_21:4, "Dios enjugará toda lágrima de los ojos de ellos".
El primer mensaje de Jesús fue: «¡Arrepentíos!» Arrepentirse quiere decir tener pesar por los pecados. Lo que realmente cambia a una persona es el encontrarse de pronto cara a cara con algo que le abre los ojos a lo que es y puede hacer el pecado. Un chico o una chica pueden vivir a su aire sin pensar en los efectos o las consecuencias; pero cuando algún día sucede algo y el chico o la chica ven la tristeza dolorida en los ojos de su padre o su madre, entonces, de pronto, descubren lo que es el pecado.
Ese es el efecto que produce la Cruz en todos nosotros. Cuando miramos a la Cruz, no tenemos más remedio que decir: «Eso es lo que el pecado puede hacer. El pecado puede apoderarse de la vida más encantadora del mundo y aplastarla en una Cruz.» Uno de los grandes efectos de la Cruz es abrirles los ojos a hombres y mujeres al horror del pecado. Y cuando una persona ve el pecado en todo su horror, no puede por menos de experimentar intenso pesar por su pecado.
El Cristianismo empieza por un sentimiento de pecado. Bendita la persona que está intensamente apesadumbrada por su pecado, cuyo corazón se quebranta al pensar en lo que Le ha hecho a Dios y a Jesucristo, la persona que ve la Cruz y se siente oprimida por el estrago que ha causado el pecado.
La persona que ha tenido esta experiencia será, sin duda, consolada; porque esa experiencia es lo que llamamos penitencia -del latín poenitere, dolerse, condolerse-, y al corazón contrito y humillado Dios no despreciará jamás (Salmo_51:17). El camino que conduce al gozo del perdón pasa por el dolor desesperado del corazón quebrantado.
El verdadero sentido de la segunda bienaventuranza es:

¡AH, LA BIENAVENTURANZA DE LA PERSONA QUE TIENE EL CORAZÓN DESTROZADO ANTE EL SUFRIMIENTO DEL MUNDOS Y POR SU PROPIO PECADOS PORQUE EN SU DOLOR ENCONTRARÁ EL GOZO DEL SEÑOR


¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!

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