Mateo 5:4
Bienaventurados los que lloran,
porque ellos recibirán consolación. ( Parafraseando: Bendita
la persona que está desesperadamente dolorida por su propio pecado e
indignidad.)
Jesús habla de "llorar" como se llora la muerte de un ser
querido. Significa llorar intensamente. No se refiere al "llorar" por
ambiciones fallidas, ni por haber perdido riquezas, ni por haber sido
avergonzado, ni por haber sido castigado por alguna maldad. No hay bendiciones
para los que lloran por estas causas, a menos que se arrepientan. Tampoco
promete bendición para aquellas almas pesimistas que viven lloriqueando por su
mala suerte, diciendo que todo el mundo está en contra suya.
Esta bendición se pronuncia sobre los que lloran (1) por los pecados
propios, (2) por los pecados de otros, y (3) por el sufrimiento y la tristeza
que hay en el mundo.
"¡Ay de vosotros, los que ahora
reís!" Lucas_6:25.
Jesús no enseña que es pecado reír. Eclesiastés 3:1,4 dice, "todo tiene su tiempo...
tiempo de llorar, y tiempo de reír". Sin embargo, para muchos el
"mayor bien" de la vida es la risa. Para los tales la vida no tiene
nada de seriedad, sino que es una gran comedia; para ellos el mundo está lleno
de payasos. El buscar placeres es su fin y propósito (Hebreos_11:25;
Lucas_8:14). Santiago_5:5 bien describe
la gente mundana: "habéis vivido en deleites sobre la tierra, y sido
disolutos; habéis engordado vuestros corazones como en día de matanza"
Dios se reirá de ellos, Salmo_2:4; Salmo_37:13,
"porque ve que viene su día". Lucas_6:25,
"¡ay de vosotros, los que ahora reís! porque lamentaréis y
lloraréis". Tal vez Jesús se refiere a la destrucción de Jerusalén (Lucas_19:41-44).
"La tristeza del mundo produce muerte"
Es importante distinguir entre "la tristeza que es según
Dios" que produce arrepentimiento para salvación, y "la tristeza del
mundo" que produce muerte (2Corintios_7:9-10).
Los criminales lloran porque se descubren y se castigan. El borracho llora
porque su hígado está arruinado, y el fumador llora por el cáncer de los
pulmones. Muchos lloran porque se dan cuenta de que en su matrimonio están
cometiendo adulterio, aunque estén "casados" legalmente. Pero el
llorar de estos no produce la dicha a menos que se arrepientan.
Números_14:40-45,
el pueblo rebelde se enlutó, pero no fue bendecido 1Samuel_15:24-28,
el rey rebelde se puso triste, pero ¿por qué? Porque fue rechazado por Dios por
causa de su desobediencia. Mateo 27:3-5,
Judas estaba muy triste, aun desesperado, pero su tristeza era "la
tristeza del mundo". En su desesperación cometió suicidio 1Pedro_4:15, "ninguno de vosotros padezca como
homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno". El
pecado produce sufrimiento.
1Timoteo_4:2,
"teniendo cauterizada la conciencia", muchos no lloran por sus
pecados. Muchos mundanos tratan de
suprimir la miseria y tristeza de su vida con alcohol y otras drogas. Jesús no
promete consolación para los que "lloran" por "la tristeza del
mundo", porque esta tristeza no produce arrepentimiento.
"La tristeza que es según Dios" es la que nos trae muchas
bendiciones.
"La tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para
salvación". De esta tristeza Jesús habla (Mateo_5:4).
El llorar no es en sí una bendición, pero si produce arrepentimiento y
obediencia, trae bendición.
(1). Esta es la tristeza que sentía David, Salmo_51:17;
Salmo_34:18; Salmo_38:18.
(2). Es la tristeza demostrada por la mujer pecadora que "estando
detrás de él (Jesús) a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus
pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el
perfume", Lucas_7:38. Nosotros debemos
imitar a esta mujer. Los pecados de nosotros no son mejores o más
respetables que los de ella. No hay pecados "veniales y mortales"
según la Biblia. Cada vez que pequemos debemos tener la misma actitud que ella
demostró. Debemos sentir verdadera tristeza por el pecado, arrepentirnos
inmediatamente y pedir perdón al ofendido y a Dios.
(3). La tristeza de Pedro, Mateo_26:75.
Después de negar a Jesús tres veces, "saliendo fuera, lloró
amargamente" y volvió al Señor (Lucas_22:32).
(4) La tristeza de Joel_2:12-13,
"convertíos a mí... con lloro".
Es imposible arrepentirse si no hay tristeza por los pecados. Es
necesario sentir tristeza por haber ofendido a Dios.
Los que lloran se preocupan por otros.
Los profetas se preocupaban por el pueblo de Israel, Isaías_22:4; Jeremías_9:1; Jeremías_13:17; Jeremías_14:17;
Lamentaciones. Se preocupaban por sus pecados, y por el castigo que iban a
sufrir (matanza, cautiverio, esclavitud).
Jesús lloró sobre Jerusalén, Lucas_19:41-44.
Debemos preocuparnos por la condición lamentable del mundo “cristiano”,
por los ciegos que siguen a otros ciegos (Mateo_15:14).
Debemos preocuparnos por los pecados de la iglesia (mundanalidad, indiferencia,
liberalismo, relativismo, humanismo, apostasía), y por el castigo que espera a
los infieles 1Corintios_5:2; 2Corintios_2:4; Gálatas4:19;
Filipenses_3:18; 1Pedro_4:17-18. Romanos_12:15, "gozaos con los que
se gozan; llorad con los que lloran".1Corintios_12:25-26,
"que los miembros todos se preocupen los unos por los otros... si un
miembro padece, todos los miembros se duelen con él". Debemos estar
preocupados por el sufrimiento que hay en el mundo. Los cristianos no pueden
ser indiferentes hacia los demás.
Cristo consuela a los que lloran de esta manera.
¡Qué felices, pues, los que lloran por sus
pecados, y quieren el perdón de Dios! Serán consolados. Dios nos reprende por
el pecado, luego nos sana si nos arrepentimos 2Corintios_1:3;
2Tesalonicenses_2:16 "nos dio consolación". Salmo_30:5, "porque un momento será su ira, pero
su favor dura toda la vida".
Cristo se llama "la consolación de
Israel", Lucas_2:25. Mateo_11:28-30,
"venid a mí... yo os haré descansar". Isaías_61:1-3,
"a ordenar que a los afligidos... se les dé gloria en lugar de ceniza,
óleo de gozo en lugar de luto, alegría... espíritu angustiado". Lucas_4:16-21, "enviado a sanar a los
quebrantados de corazón". 1Pedro_2:6,
creyentes no serán avergonzados, no decepcionados.
Hechos_2:37,
los "compungidos" obedecieron al Señor, siendo bautizados para el perdón
de sus pecados, recibieron el perdón y el don del Espíritu Santo. Isaías_35:10, "y los redimidos de Jehová
volverán, y vendrán a Sion con alegría; y gozo perpetuo será sobre sus cabezas;
y tendrán gozo y alegría, y huirán la tristeza y el gemido" (esta hermosa
profecía se cumple en los que obedecen al evangelio y reciben toda bendición
espiritual en Cristo, Efesios_1:3). 1Timoteo_1:12-13, Pablo siempre estaba afligido por
causa de su pecado. Obedeció al Señor y recibió misericordia (Hechos_22:16; Hechos_26:19). Entonces habló mucho de
"gozo" y "regocijo".
Salmo_126:5-6,
"los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y
llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo,
trayendo sus gavillas". Apocalipsis_7:17; Apocalipsis_21:4, "Dios enjugará toda lágrima de
los ojos de ellos".
El primer mensaje de Jesús fue: «¡Arrepentíos!» Arrepentirse quiere
decir tener pesar por los pecados. Lo que realmente cambia a una persona es el
encontrarse de pronto cara a cara con algo que le abre los ojos a lo que
es y puede hacer el pecado. Un chico o una chica pueden vivir a su aire sin
pensar en los efectos o las consecuencias; pero cuando algún día sucede algo y
el chico o la chica ven la tristeza dolorida en los ojos de su padre o
su madre, entonces, de pronto, descubren lo que es el pecado.
Ese es el efecto que produce la Cruz en todos nosotros. Cuando miramos
a la Cruz, no tenemos más remedio que decir: «Eso es lo que el pecado puede
hacer. El pecado puede apoderarse de la vida más encantadora del mundo y
aplastarla en una Cruz.» Uno de los grandes efectos de la Cruz es abrirles los
ojos a hombres y mujeres al horror del pecado. Y cuando una persona ve el
pecado en todo su horror, no puede por menos de experimentar intenso pesar por
su pecado.
El Cristianismo empieza por un sentimiento de pecado. Bendita la
persona que está intensamente apesadumbrada por su pecado, cuyo corazón se
quebranta al pensar en lo que Le ha hecho a Dios y a Jesucristo, la persona que
ve la Cruz y se siente oprimida por el estrago que ha causado el pecado.
La persona que ha tenido esta experiencia será, sin duda, consolada;
porque esa experiencia es lo que llamamos penitencia -del latín poenitere,
dolerse, condolerse-, y al corazón contrito y humillado Dios no despreciará
jamás (Salmo_51:17).
El camino que conduce al gozo del perdón pasa por el dolor
desesperado del corazón quebrantado.
El
verdadero sentido de la segunda bienaventuranza es:
¡AH, LA BIENAVENTURANZA DE LA PERSONA QUE TIENE EL CORAZÓN DESTROZADO
ANTE EL SUFRIMIENTO DEL MUNDOS Y POR SU PROPIO PECADOS PORQUE EN SU DOLOR
ENCONTRARÁ EL GOZO DEL SEÑOR
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!
No hay comentarios:
Publicar un comentario