Mateo 6; 11-13
El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como
también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas
líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos
los siglos. Amén.
"El pan nuestro de cada día, dánoslo
hoy".
La palabra "pan" es
palabra genérica y significa lo necesario para sostener la vida física, Génesis_3:19. Es correcto y necesario pedirlo.
“de cada día".
Los israelitas recogían cada mañana el maná (el sexto día recogían para dos
días). Cada noche al acostarse no tenían comida para otro día. Cuando algunos
lo guardaron de un día para otro, crio gusanos y hedió. Se acostaban cada noche
durante cuarenta años (Éxodo_16:35), totalmente dependientes de Dios para el sostén
del siguiente día. Deuteronomio_8:3-4 "te
sustentó con maná... para hacerte saber que no sólo de pan vivirá el hombre,
mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre", es decir, por la voluntad de Dios. Jesús citó
este texto (Mateo_4:4), indicando que Él no
dependía de pan para vivir, pues Dios podía sostenerle con o sin comida. El
punto es que todos somos totalmente dependientes de Dios.
¿Cómo podemos pedir el pan de cada día cuando
ya tenemos comida almacenada para una semana o para un mes (o más)?
El tener una cantidad de
alimento en casa no es garantía de
nada. Lo que se haya acumulado se puede destruir de un momento a otro de
muchas maneras.
Muchos tienen dinero,
educación, buen empleo, ahorros, inversiones, etc., pero no hay nada de
seguridad en tales cosas. Vivimos
porque Dios lo quiere y lo permite. Sin El no hay vida (Hechos_17:25). Debemos poner toda la confianza en El en lugar de ponerla en causas secundarias.
"Dánoslo
hoy". ¿Cómo puede el hombre decir "dame el pan"
cuando tiene que trabajar y ganar su pan con el sudor del rostro? Porque por
más que el hombre trabaje, él solo nunca podría mantenerse. Dios pone los
medios. El hace que el sol salga, que la lluvia caiga y que la tierra
fructifique. Mateo_5:45; Hechos_14:17; Hechos_17:25;
Hechos_17:28.
El hombre tiene que trabajar (Efesios_4:28; 2Tesalonicenses_3:10), pero antes de
trabajar debe pedir "Danos hoy nuestro pan" y antes de comer debe dar
gracias. Tenemos que cooperar con la
oración. (Así es cuando pedimos la sanidad: Dios sí sana pero tenemos
que hacer nuestra parte, buscando la ayuda de médicos y medicina, que también
son bendiciones de Dios.)
¡Cuán agradecidos debemos
estar por sus grandes bendiciones! No conviene pedir el pan de hoy si no
estamos agradecidos por el pan de ayer.
Debemos siempre estar contentos. 1Timoteo_6:8,
"Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto". Hebreos_13:5-6, "Sean vuestras costumbres sin
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé,
ni te dejaré; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi
ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre". Filipenses_4:11, "he aprendido a contentarme,
cualquiera que sea mi situación" (así dijo Pablo cuando estaba preso en
Roma).
Debemos ser sabios administradores de estos beneficios, practicando la
frugalidad y sobriedad. Juan_6:12-13,
Jesús alimentó a los cinco mil, "Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus
discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada".
No debemos malgastar nada. Uno de los pecados del "Hijo Pródigo"
se describe en Lucas_15:14, "Y cuando todo
lo hubo malgastado".
También Lucas_16:1 habla del "hombre rico
que tenía un mayordomo que fue acusado ante él como disipador de sus bienes". Dios nos da ciertos
"talentos" (Mateo_25:14), tanto
materiales como espirituales, y con estos debemos servirle, sin malgastarlos.
Por lo contrario, debemos "negociar" con ellos para que sean
multiplicados en su servicio, para su gloria, y para avanzar su obra.
Muchas
personas (hasta hermanos) sufren mucho por no trabajar diligentemente, por no
cuidar su empleo o su negocio, y por no administrar bien lo que ganan.
Además malgastan dinero especialmente en los niños, dándoles con exceso tantas
cosas que piden (por ejemplo, juguetes, diversiones), y aun cosas que perjudican
su salud (exceso de dulces, refrescos, fritos, etc.). Todo esto cuesta, y a
mucha gente no les queda a ellos dinero para cosas más básicas (por ejemplo,
para atención médica).
También es necesario evitar todo aspecto de
avaricia. Dios nos bendice no solamente para que vivamos y proveamos para los
nuestros (1Timoteo_5:8), sino también para
beneficiar a otros (Efesios_4:28). Debemos estar
siempre preocupados por otros, y no pensar solamente en nuestras propias
necesidades. (Desde luego, primero que todo, debemos apartar nuestra ofrenda, 1Corintios_16:1-2; 2Corintios_9:7).
Pedimos
el pan porque todo proviene de Dios (Santiago_1:17).
Él nos da vida y salud y hace que la tierra produzca para mantenernos.
Pedimos
solamente el pan de cada día.
No pedimos el pan para mañana (no debemos preocuparnos por el día de mañana). Proverbios_30:8-9 es
una oración muy apropiada: "No me des pobreza ni riquezas; manténme del
pan necesario; no sea que me sacie, y te niegue, y diga: ¿Quién es Jehová? O
que siendo pobre, hurte, y blasfeme el nombre de mi Dios".
Entonces
cooperemos con la oración: "que procuréis tener tranquilidad, y ocuparos en vuestros negocios, y trabajar
con vuestras manos de la manera que os hemos mandado, a fin de que os
conduzcáis honradamente, para con los de afuera, y no tengáis necesidad de
nada" (1Tesalonocenses_4:11-12).
Demos gracias a Dios, reconociendo que aunque
trabajemos por el pan, de todas maneras es don de Dios, porque sin El nadie
vive.
Cuidemos
lo que Él nos da, no malgastando. Seamos mayordomos sabios.
Nos
preocupemos por otros. No vivamos solamente para mantener nuestras
propias vidas, sino para ser útiles al Señor (2Timoteo_2:21).
¿Qué son estas "deudas"?
Son
pecados, Lucas_11:4 (texto paralelo), "Y perdónanos nuestros
pecados", porque también nosotros perdonamos a todos los que nos
deben".
Mateo 18:23-35 habla de deudas
pero en la aplicación tiene que ver con nuestros pecados. Los pecados son
deudas morales y espirituales que serán castigadas a menos que sean perdonadas.
Lamentablemente muchos están interesados en tener el pan de cada día, pero no
les interesa el perdón de sus pecados. El pan de cada día nos engorda para la
matanza (Santiago_5:5) si no obtenemos el perdón
de pecados. Nuestros pecados nos han dejado en bancarrota espiritual,
arruinados y sin esperanza de sacarnos de la ruina.
Nuestra condición espiritual se ilustra en la
parábola de Mateo_18:23-35 por aquel que fue
perdonado una deuda de 10,000 talentos. Para
ilustrar esta cantidad: los impuestos anuales pagados por Judea,
Galilea, Idumea, Samaria y Perea sumaban como 800 talentos. Un esclavo, joven y
fuerte, valía un talento. Dice 2Crónicas_25:6 que
Amasías "tomó a sueldo por cien talentos de plata, a cien mil hombres
valientes". Todo el oro en el arca del pacto valía menos de 30 talentos (Éxodo_38:24). El punto es que era una cantidad que
jamás podía pagar. Así es la deuda que el hombre debe a Dios. Es una
"cantidad" que simplemente no podía y no puede pagar. Su única
esperanza es que Dios le perdone la deuda.
Toda persona se ha vendido a la esclavitud del
pecado. Bajo la ley de Moisés, se podía vender a un hombre adeudado para pagar
sus deudas (Éxodo_22:3; Levítico_25:39; 2Reyes_4:1).
Los pecadores son esclavos (Juan_8:34). Se han vendido a sí mismos al cruel
maestro llamado "pecado". Judas se vendió a sí mismo por treinta
piezas de plata por traicionar a Jesús (quería vender a Jesús, pero se vendió a
sí mismo a Satanás). No hemos pecado solamente una que otra vez. Los pecados
"se han aumentado más que los cabellos de mi cabeza" (Salmo_40:12). ¿Cuántas veces pecamos durante un año?
¿Cuántos años hemos vivido? ¿Qué tan grande es nuestra deuda? ¡10,000 talentos!
Una cantidad que no podemos pagar. ¡Piénselo! Dios quiere cancelar esta deuda,
y luego espera que cancelemos las deudas de los que nos han ofendido.
¿Qué significa la palabra,
"perdonar"? " APHIEMI, primariamente, enviar afuera,
despedir... denota remitir o perdonar:
(a) Deudas, Mateo_6:12; Mateo_18:27; Mateo_18:32, quedando éstas
totalmente canceladas
(b) Pecados Mateo_9:2; Mateo_9:5-6;
Mateo_12:31-32; etc.... significa en primer lugar la remisión del
castigo debido a una conducta pecaminosa...".
Por eso, cuando perdonamos a otro, despedimos,
remitimos (enviamos afuera) el pecado, cancelamos la deuda, para siempre.
El hijo pródigo
salió de su casa diciendo "dame" (cosas materiales), pero
"cuando todo lo hubo malgastado" y fue reducido a la vergüenza,
volvió al padre diciendo "perdóname".
"Perdónanos... como perdonamos a nuestros
deudores".
¡Qué peligroso es hacer esta petición si no
hemos perdonado de corazón a otros sus ofensas contra nosotros! No dice
"Perdónanos como pensamos perdonar a otros", sino "como también
perdonamos" a otros. Se presupone que al decir, "perdónanos", ya
hemos perdonado a otros. Dice La Biblia de las Américas, "como también
nosotros hemos perdonado a nuestros deudores".
Con este espíritu perdonador
cumplimos con uno de los requisitos nombrados por Dios para recibir su perdón.
Si pedimos perdón con algo de rencor en el corazón o con espíritu vengativo, estamos pidiendo que Dios no nos perdone.
Mejor que ni oremos.
Cuando
alguno se arrepiente y pide perdón: Mateo_18:15,
"si tu hermano peca contra ti, ve y repréndele estando tú y él solos; si
te oyere, has ganado a tu hermano". Las palabras "si te oyere" indican
que él reconoce su pecado y se
arrepiente. No es posible perdonar a la persona que se niega a reconocer
su pecado y a arrepentirse. Lucas_17:3, "Si
tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale".
Por lo tanto, debemos estar dispuestos
a perdonar, pero no es posible perdonar a la persona que no quiere ser
perdonada. Lucas_23:34, Jesús dijo, "Padre,
perdónalos", pero primero ellos tenían que arrepentirse. Mateo 18:26, el primer siervo pidió perdón; también el
segundo.
Muchas suponen que confiesan pecados con decir, "si tiene algo contra mí" o
"si le he ofendido", pero eso no es confesión de nada. Si yo
sé que he pecado, debo reconocerlo. Si alguien me convence que he pecado, debo
admitirlo. Pero no vale nada decir, "si eso o si aquello".
¿Cuántas
veces debo perdonar? Estudiemos bien Mateo_18:23-35.
Esta parábola no deja en duda lo serio de esta cuestión. ¿Cuántas veces debemos
perdonar a otros? Es precisamente la pregunta hecha por Pedro (Mateo_18:21) que ocasionó la parábola. "¿Hasta
siete?" "Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta
setenta veces siete". ¿Por qué perdonar tantas veces? Para
que Dios perdone a nosotros muchas veces. ¿Queremos poner límite a la
misericordia de Dios para con nosotros? Si no, entonces que no pongamos límite
a nuestra misericordia hacia otros, "porque con la misma medida con que
medís, os volverán a medir" (Lucas_6:37).
Enfáticamente Jesús dice, "perdonad, y seréis perdonados" (Lucas_6:37). Mateo_6:14-15,
Jesús repite este punto, expresándolo en su forma positiva ("si
perdonáis... os perdonará") y en su forma negativa ("mas si no
perdonáis... tampoco vuestro Padre os perdonará").
¿Quiere decir que el perdonar a otros es la única condición para que Dios
nos perdone? Desde luego que no, pero tal vez sea la condición más crítica por
ser la mas descuidada.
¿Cuántos miembros de la iglesia han cerrado la puerta del cielo contra
sí mismos por no perdonar a otros sus ofensas?
Dicen algunos: "le perdono pero jamás me olvidaré". Esto no es
perdonar. La persona que guarda rencor y sigue resentida simplemente no perdona. Hebreos_8:13
"Y nunca más me acordaré de sus pecados y de sus iniquidades".
El hijo pródigo no fue restaurado "a medias". Lucas_15:22, "Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un
anillo en su mano, y calzado en sus pies" como prueba de su restauración
como hijo. No fue recibido como siervo. No se aceptó provisionalmente. No se
sometió a seis meses de disciplina. ¡Se recibió porque se arrepintió y volvió!
El no perdonar es como rehusar curar el cáncer o la gangrena, porque la amargura es veneno que perjudica el
cuerpo, los nervios, la mente, y sobre todo el alma. Muchas personas
urgentemente necesitan la sencilla terapia de limpiar su corazón de
resentimientos, odio y malicia. El individuo que no quiere perdonar destruye el
puente sobre el cual él mismo tiene que pasar. Filipenses_3:13-14
dice, "pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta".
Seamos como Dios en su misericordia y
clemencia.
Éxodo_34:6-7 "¡Jehová!
¡Jehová! fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira, y grande en misericordia
y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la
rebelión y el pecado, y que de ningún modo tendrá por inocente al
malvado". Salmo_130:7, "Espere Israel
a Jehová, Porque en Jehová hay misericordia, y abundante redención con
él". Isaías_1:18, "Venid luego, dice
Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la
nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana". Lucas_6:35-36, "él es
benigno para con los ingratos y malos. Sed, pues, misericordiosos, como también
vuestro Padre es misericordioso". Efesios 4:32,
"Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a
otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo". Colosenses_3:12-13, "Vestíos, pues, como
escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de benignidad,
de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y
perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que
Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros".
Es
indispensable que tengamos la disposición que Dios tiene para perdonar.
Esta disposición se describe en Gálatas_5:22-23 como
el fruto del Espíritu. Los que no quieren perdonar no llevan el fruto del Espíritu, porque todavía son carnales (Gálatas_5:19-21). No tienen la mente de Cristo (Filipenses_2:5). No han desarrollado el carácter
espiritual. Cristo no está formado en ellos (Gálatas_4:19).
No han sido transformados en la semejanza de El (Romanos_8:29;
2Corintios_3:18).
Hay personas que no obedecen al evangelio
porque no quieren perdonar a los que les han ofendido. Hay personas en las
penitenciarías porque no querían perdonar, sino más bien querían vengarse.
Abraham Lincoln, destacado y recordado
presidente de los Estados Unidos tuvo un oponente llamado Edward Stanton. El
Sr. Stanton dijo que Lincoln era un "payaso" y el "gorila
original", pero a pesar de tales insultos Lincoln le escogió a Stanton
para servir en su gabinete como Secretario de Guerra. Cuando Lincoln fue
asesinado, Stanton dijo, "Aquí yace el líder más grande que este país ha
conocido".
Si queremos que Dios nos perdone, debemos querer también abstenernos
del pecado, y hacer todo lo posible por no caer en tentación.
Debemos
cooperar con la oración. Estamos observando que en toda petición que
hagamos a Dios, tenemos que poner nuestra parte. Mateo_26:41,
"Velad y orad, para que no entréis en tentación".
¿Qué significa la palabra
"tentación"?
Es
importante recordar que la palabra PEIRASMOS no significa
solamente tentación sino
también prueba. Las pruebas son
buenas y necesarias (Santiago_1:2-3; Romanos_5:3-5; 2Corintios_12:8-10).
Así es que hay pruebas buenas, como también hay tentaciones malas de Satanás.
Dios
no nos tienta, Santiago_1:13. Tentar
quiere decir inducir a pecar. Satanás es el tentador. Nos tienta, nos seduce a
pecar a través de los malos pensamientos y malos deseos en nuestro corazón (Santiago_1:14). Nadie tiene que pecar. No nacimos con
"pecado original", ni "depravados". Adán, y solamente Adán,
fue culpado por su pecado. El hombre peca y es culpable por sus pecados (no
puede culpar a Dios). Dios no es "socio" de nadie en el pecado. (Adán
dijo, "Esta mujer que tú me diste..", y desde entonces muchos
pecadores quieren culpar a Dios o a otros por sus pecados), pero dice Ezequiel_18:4; Ezequiel_18:20 que "el alma que
pecare, esa morirá".
Sin
embargo, Dios permite que el hombre se someta a pruebas. Muchos textos lo enseñan: Génesis_22:1, " probó Dios a Abraham". Lucas_22:28,
"vosotros sois los que habéis permanecido conmigo en mis pruebas". Hechos_20:19, "sirviendo al Señor con toda
humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas".
1Pedro_1:6-7, "aunque... tengáis que ser
afligidos en diversas pruebas,
para que sometida a prueba
vuestra fe... sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado
Jesucristo". Santiago_1:2; Santiago_1:12 "tened
por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas... Bienaventurado el varón que soporta la tentación;
porque cuando haya resistido la prueba,
recibirá la corona de vida". En el ver 12 La Biblia de las Américas no
dice "tentación", sino "prueba"; así se ve que la misma
palabra se traduce "tentación" y también "prueba". El
contexto indica cuál debe ser.
Dios
permitió que Satanás probara a Job... y a Pedro (Lucas_22:31, "Satanás os ha pedido para zarandearos como a
trigo")... y a Pablo (2Corintios_12:7,
"me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás"). Así
es que aunque Dios no nos tienta (no nos seduce a pecar), El sí permite que
nosotros seamos probados para nuestro propio bien, porque cuando hayamos
resistido la prueba, recibiremos la corona de vida (Santiago_1:12).
¿En qué sentido, pues, nos mete Dios en
tentación?
Dios
nos dirige cada día. Somos guiados y cuidados por la providencia de
Dios. Nuestra vida está en sus manos. Nuestro "destino" no está en
las estrellas (el "horóscopo"). No somos víctimas de buena suerte o
mala suerte.
Son
necesarias las pruebas. Los textos citados arriba (y otros muchos)
indican claramente que son muy necesarias las pruebas para nuestro crecimiento
y desarrollo espiritual. Son disciplina para nosotros (Hebreos_12:5-11).
Es por esto que debemos regocijarnos cuando caemos en diversas pruebas (Santiago_1:2; Romanos_5:3, etcétera). "Pero si
estáis sin disciplina (pruebas)... entonces sois hijos ilegítimos y no hijos
verdaderos" (Hebreos_12:8, LBLA).
Hay
salida de cada tentación. 1Corintios_10:13,
"No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es
Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que
dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis
soportar". Por ejemplo, la salida de la tentación de fornicación es el matrimonio. 1Corintios_7:2,
"pero a causa de las fornicaciones, cada uno tenga su propia mujer, y cada
una tenga su propio marido".
Velad y orad. Mateo_26:41, "Velad y orad, para que no entréis
en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es
débil". Mateo_6:13 debe estudiarse junto
con Mateo_26:41, para ver que al pedir la ayuda
de Dios, tenemos que poner nuestra parte. El hombre puede entrar en tentación. Muchas veces
nosotros mismos nos sometemos a varias tentaciones. Recuérdese Santiago_1:14, que somos tentados cuando somos
atraídos y seducidos por nuestros propios deseos malos (pasiones). 1Corintios_7:5, "No os neguéis (sexualmente) el
uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos
sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente
Satanás a causa de vuestra incontinencia".
La petición, "no nos metas en
tentación" significa, pues, de
que Dios no nos meta en circunstancias demasiado difíciles para nosotros, y que
siempre nos provea la salida de la tentación (1Corintios_10:13), y la fuerza necesaria para soportar toda
prueba. Entendemos que las pruebas son necesarias, pero al mismo tiempo no
queremos ser probados más allá de nuestra capacidad. Significa que pedimos a
Dios que en su dirección divina no nos deje tropezar o caer; que en su
dirección no nos deje formar alianzas pecaminosas (2Corintios_6:14-16);
que nos ayude a huir de la idolatría (1Corintios_6:14),
de la fornicación (1Corintios_6:18) de los
deseos juveniles (2Timoteo_2:22), y de toda la
corrupción que hay en el mundo (2Pedro_1:4).
Esta petición es semejante a la petición por buena salud. "Señor, ayúdame
y protégeme de accidentes y de enfermedades, para que pueda ser bueno y
sano". Entonces después de orar así, hagamos todo lo posible por evitar
accidentes y enfermedades. ¡Tenemos que cooperar con las oraciones!
"Mas líbranos del mal".
Cristo
tiene poder sobre Satanás y nos puede librar. Cristo echó fuera demonios
para demostrar su poder sobre Satanás. Mateo_12:28,
"si yo por el Espíritu de Dios echo fuera los demonios, ciertamente ha
llegado a vosotros el reino de Dios". Lucas_10:18,
"Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo". Hebreos_2:14-15 nos libra de aquél que tenía el
imperio de la muerte. Colosenses_1:13, "nos
ha librado de la potestad de las tinieblas".
El Señor libró a Pablo varias veces, 2Timoteo_3:11; 2Timoteo_4:18.
Debemos
cooperar con la oración. No conviene deliberadamente meternos en
tentaciones, y luego esperar que Dios nos libre. Muchas tentaciones nos rodean
todos los días: en el trabajo, en actividades sociales, en la escuela, y aun
entre familiares. Hay persecuciones. Somos engañados por las riquezas. Siempre hay
peligro de estar afanosos. Por lo tanto, el cristiano tiene que estar alerta a
cada momento. "Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu
a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil" (Mateo_26:41).
Debemos
de todo corazón confiar en Dios. Si somos sinceros, y pedimos con fe, Él
nos librará de todo mal.
¡Maranata! ¡Sí, ven Señor Jesús!
No hay comentarios:
Publicar un comentario