Mateo 7; 13
Entrad por la
puerta estrecha, porque ancha es la puerta y amplia es la senda que lleva a la
perdición, y muchos son los que entran por ella.
Un texto semejante es Luc_13:23-24, "Y alguien le dijo: Señor, ¿son
pocos los que se salvan? Y él les dijo: Esforzaos a entrar por la puerta
angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán".
Frecuentemente se oye la
expresión: “No importa la religión que uno siga; todos los caminos conducen a
Dios.” “Todas las religiones son buenas.” Tales expresiones son incompatibles
con las enseñanzas de Jesús. No solamente existe un solo camino, sino que ese
camino también es estrecho.
Todos tienen que escoger entre las dos puertas,
entre los dos caminos, y entre los dos destinos. Todos están en la encrucijada
y tienen que escoger su camino. Deu_30:15; Deu_30:19 "Mira, yo he puesto
delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal... he puesto delante la
vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que
vivas tú y tu descendencia".
Ancha la puerta y
senda amplia. Es el camino fácil. Cada quien puede seguir practicando su propia
voluntad. Puede seguir haciendo lo que le dé ganas.
En cuanto
a religión y culto, cada quien puede escoger la iglesia que le convenga, y
practicar el culto que le guste más.
En cuanto
a la vida, en este camino las restricciones, prohibiciones, etc. son las del
hombre, las de alguna religión falsa, las de la sociedad fluctuante. Todos
pueden seguir sus propios impulsos, deseos e inclinaciones carnales. Todos
pueden quedarse con sus vicios, con su mal genio, con todos los deseos y
prácticas carnales. Caminan sin cuidado. Pueden vagar como se quiera. La
filosofía es "comamos y bebamos, porque mañana moriremos", porque no
creen en la resurrección de los muertos (1Co_15:32).
Muchos son los que entran por la puerta
ancha. Es el camino popular. Hay muchos acompañantes. El lenguaje de los
del camino ancho es, "Ven con nosotros... hallaremos riquezas de toda
clase... echa tu suerte con nosotros; tengamos todos una bolsa"
(Pro_1:11-14). No oyen la voz que dice, "No seguirás a los muchos para
hacer mal" (Éxo_23:2; 1Co_15:33). Es camino muy atractivo, deseable y
facilísimo. Tiene mucho que ofrecer. Hay muchos placeres.
Pero
también hay una gran desventaja. Todo camino tiene su fin, su destino. A
los caminantes en el camino ancho no les gusta pensar en esto. Su filosofía es
"que termine donde terminare". Creen que el placer vale la pena, que
pagarán después. Pero ¡qué precio tienen que pagar! El camino ancho lleva a la
perdición eterna. No termina en la aniquilación, sino en la destrucción o ruina
del alma. No se destruye el alma, sino el bienestar del alma.
Isaías 5;
20
¡Ay de los que llaman al mal bien y al bien
mal, que tienen las tinieblas por luz y la luz por tinieblas, que tienen lo
amargo por dulce y lo dulce por amargo!
Cuando la gente no observa con cuidado la
distinción entre el bien y el mal, pronto sobreviene la destrucción. Es muy
fácil decir: "Nadie puede decidir por otro lo que es bueno o malo".
Pueden pensar que emborracharse no es dañino, que las relaciones extramaritales
no son malas o que el dinero no los controla de verdad. Pero cuando damos
excusas por nuestras acciones, quebrantamos la diferencia entre el bien y el
mal. Si no tomamos la Palabra de Dios, la Biblia, como nuestra regla, pronto
todas las alternativas morales de la vida parecerán confusas. Sin Dios, vamos
directo al fracaso y a mucho sufrimiento
¡Maranata!¡Ven
pronto mi Señor Jesús!
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