} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 15 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

miércoles, 15 de agosto de 2018

15 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.



Lucas 11; 1
Y aconteció que estando Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, le dijo uno de sus discípulos: Señor, enséñanos a orar, así como Juan enseñó también a sus discípulos   

Note el orden en esta oración. Primero, Jesús alaba a Dios; luego, presenta sus peticiones. Alabar primero a Dios nos ubica en el marco adecuado para pedir por nuestras necesidades. Por lo general, nuestras necesidades se parecen a una lista de compras antes que a un diálogo con Dios.
Jesús nos enseña cómo orar. No era su propósito revelar una oración que debería ser memorizada y rezada (recitada) repetidas veces. La iglesia del primer siglo no rezaba el "Padre Nuestro".
         Los discípulos querían orar correctamente, y Jesús les dice, "Oraréis así". Dice que debemos orar "así'" (de esta manera), y entonces nos da un ejemplo de cómo orar correctamente. Algunos de los elementos principales de la oración aceptable son: (1). Dirigirnos al Padre para alabarlo. (2). Pedir que se haga su voluntad. (3). Orar por su reino. (4). Pedir el pan de cada día (el sostén, 1Ti_6:8). (5). Pedir el perdón. (6). Pedir la dirección divina.
Desde luego, hay otros textos que nos enseñan cómo orar: Jua_14:13; Jn_16:26 nos enseñan que debemos orar en el nombre de Jesús; 1Ti_2:1-2 agrega detalles importantes; también 1Ts_5:17, Stg_1:5; Stg_5:16, etc. Aparte de instrucciones y mandamientos, hay buenos ejemplos que seguir.



1 Tesalonicenses 5; 16-18
Estad siempre gozosos;  orad sin cesar; dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.

Puede el cristiano estar siempre gozoso a pesar de las enfermedades (las de él como también las de sus familiares y hermanos en Cristo), la pobreza y otras aflicciones?

Para contestar esta pregunta, el punto clave se encuentra en Flp_3:1, “gozaos en el Señor” y 4:4, “Regocijaos en el Señor siempre”. Pablo no habla del gozo de este mundo, el gozo que depende de condiciones o circunstancias favorables, sino del gozo en el Señor. El cristiano está siempre gozoso porque siempre medita en el hecho de que es un cristiano, que es uno con Cristo, y que el fruto de esta unidad es el gozo (Gál_5:22). Podemos estar siempre gozosos porque siempre recordamos que el Señor nos ha perdonado, que tenemos comunión con El, que a través de Cristo tenemos acceso al trono de Dios y, en fin, que aparte de múltiples bendiciones materiales, nos está bendiciendo con toda bendición espiritual en Cristo (Efe_1:3).

Los gentiles nos regocijamos mucho en nuestra libertad en Cristo. Hch_15:30, “Así, pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía, y reuniendo a la congregación, entregaron la carta; 31 habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación”. Si los judaizantes hubieran logrado su propósito (Hch_15:1; Hch_15:5), la iglesia de Cristo habría sido simplemente otra secta de los judíos, pero gracias a Dios, Pablo defendió nuestra libertad en Cristo: “a los cuales ni por un momento accedimos a someternos, para que la verdad del evangelio permaneciese con vosotros” (Gál_2:5).
Aun en medio de las tribulaciones y angustias más severas los santos no deben imitar a los paganos que viven desesperados y aun cometen el suicidio, sino que debemos regocijarnos. “Y ellos salieron de la presencia del concilio, gozosos de haber sido tenidos por dignos de padecer afrenta por causa del Nombre” (Hch_5:41)

Debemos regocijarnos por el poder del evangelio, y porque muchos lo están predicando en varias partes del mundo. El cristiano se regocija cuando el pecador se arrepiente. Nuestros hermanos en Cristo son una fuente del gozo perpetuo. Entre cristianos no hay envidia, sino que cada uno comparte el gozo de su hermano. Rom_12:15, “Gozaos con los que se gozan; llorad con los que lloran”; 1Co_12:26, “De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, (los demás no le tienen envidia, sino que) todos los miembros con él se gozan”.
El cristiano puede regocijarse porque su nombre está escrito en el cielo, como dice Jesús (Luc_17:10), “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos”

¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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