Jeff Pollard
“Asimismo que las mujeres
se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia” (1 Timoteo 2:9).
¡Qué significa modestia? Igual como usamos las palabras amor y fe,
usamos, a menudo, la palabra modestia sin
comprender su significado bíblico. Los diccionarios modernos (RAE y otros)
ofrecen definiciones como:
(1) Virtud que modera y regula las acciones externas,
conteniendo al hombre en los límites de su condición y estado.
(2) Recato en el porte y en la estimación que muestra uno de
sí mismo.
(3) Honestidad, decencia
en las acciones o palabras.
(4) Cualidad de humilde, falta de engreimiento o de vanidad.
Noah Webster define la modestia como
“ese temperamento humilde que acompaña la estimación moderada del valor y la
importancia de uno mismo” . Agrega: “En la mujer, la
modestia tiene el mismo carácter que en el varón, pero la palabra se usa también
como sinónimo de castidad o pureza en las acciones. En este sentido, la
modestia es el resultado de la pureza de la mente, o del sentido de vergüenza y
oprobio fortalecido por la educación y los principios. La modestia
sin afectación es el encanto más dulce
de la excelencia femenina, la gema más valiosa en la corona de su honor”.
Entonces, según estas definiciones, modestia es un concepto
amplio que no está limitado a una connotación sexual. Este estado de ánimo o disposición
expresa una estimación humilde de uno mismo delante Dios. La modestia, como la
humildad, es lo opuesto a atrevimiento o arrogancia. No procura llamar la atención
a uno mismo ni jactarse de una manera inapropiada. Aparentemente, Webster liga
la castidad con la modestia porque castidad significa “pureza moral en
pensamiento y conducta”. La pureza moral, como la humildad, no exhibe sensualidad
como tampoco exhibe ostentación.
Detrás de estas definiciones hay un punto crucial: La
modestia no es lo principal en el tema de la ropa. Es, ante todo, una cuestión
del corazón.
Si el corazón está bien con Dios, se conservará puro y
humilde, y esto se expresará en modestia. Calvino comenta: “No obstante,
siempre debemos comenzar con las disposiciones del corazón, porque es allí donde
reina el libertinaje y, por ende, no habrá castidad. Y donde la ambición reina internamente,
no habrá modestia en la forma de vestir”
Concluye diciendo: “No cabe la menor duda de
que la forma de vestir de una mujer virtuosa y piadosa debe ser diferente a la
de una prostituta… Si la piedad se demuestra por medio de las obras, entonces debe
ser evidente en la manera de vestir”. Esto se aplica, no sólo a la adoración en
conjunto, sino también a la vida diaria. Aunque es cierto que uno puede
vestirse modestamente por algún motivo pecaminoso y orgulloso, no se puede
vestir lujosa o sensualmente motivado conscientemente por algo bueno. Por lo
tanto, la pureza y humildad del corazón internamente regenerado, tiene que, en definitiva,
expresarse externamente por el uso de ropa modesta.
Varias palabras aclaran un punto de vista bíblico sobre la
modestia.
En 1 Timoteo 2:9, el apóstol Pablo manda que las mujeres “se
atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia; no con peinado ostentoso, ni oro,
ni perlas, ni vestidos costosos”. George Knight III dice que la palabra traducida
modestia
tiene “el significado general de
‘respetable’, ‘honorable’, y cuando es usada en referencia a la mujer significa
en otras partes, como aquí, ‘decoroso’” . Observa que “arreglarse y vestirse son
un aspecto por el que las mujeres suelen preocuparse y en él existe el peligro
de caer en el exhibicionismo o la indiscreción”. Por eso, “Pablo centra su
exhortación en este asunto y ordena a las mujeres que ‘se vistan’ en
concordancia con su profesión de fe y su vida cristiana” Por tanto, la modestia es un componente del
carácter cristiano y nuestro vestir debe “profesar” lo mismo que profesamos
ser. Las directrices de Pablo implican que ésta es una cuestión especialmente
peligrosa para la mujer.
Según Knight, pudor denota “un estado de ánimo o actitud
necesaria para que uno se preocupe de la modestia y, por lo tanto, se vista con
sencillez”. Significa “un sentimiento moral, reverencia, sobrecogimiento
y respeto por
el sentir o la opinión de otros o por la propia conciencia o sea vergüenza,
dignidad… sentido de honor”
William Hendriksen
dice que “indica sentir vergüenza, evitar salirse de los límites de lo
decoroso”
Esto significa que la modestia conoce los
límites y quiere permanecer dentro de ellos; no busca el exhibicionismo.
Por último, modestia tiene entre sus significados “el
sentido general de ‘discernimiento, sobriedad, templanza’ y, cuando se
contempla como ‘virtud femenina’, se entiende como ‘decencia, castidad’”. “El término
sobriedad implica “un control sobre las pasiones del cuerpo, un estado de
dominio en el área de los propios apetitos. El significado básico de la palabra
tiene diferentes matices y connotaciones y representa ‘ese gobierno interior y
habitual del yo, con su constante control sobre todas las pasiones y deseos que
impiden que aflore la tentación a ser inmodesto’… en efecto, Pablo está
diciendo que cuando tales actitudes controlan conscientemente la mente de la
mujer, el resultado se hace evidente en su manera modesta de vestir”.
J. N. D. Kelly dice acerca del pudor y la modestia: “El
primero, usado únicamente aquí en el N.T., connota reserva femenina en materias
sexuales. El segundo... expresa básicamente un control perfecto de los apetitos
físicos... Aplicado a las mujeres, también tiene un matiz claramente sexual”.
¿Qué es, entonces, modestia cristiana? Dado que modestia
puede significar muchas cosas, tomemos nuestra definición del material bíblico:
Modestia cristiana es
el control interior del yo, arraigado en una compresión correcta de uno mismo
ante Dios, que se manifiesta exteriormente en humildad y pureza por un amor
auténtico a Jesucristo, en lugar de una auto glorificación o vanagloria.
Me he tomado el tiempo de explicar un poco el significado de
estas palabras porque hoy en día hay pastores que opinan que las palabras de Pablo
sólo se refieren al uso de ropa lujosa, costosa o escandalosa dentro de la
iglesia. Su argumento es que este tipo de ropa “distraería” la atención en los
cultos de adoración. Lamentablemente, prefieren detenerse ahí y no ir más allá.
Estoy totalmente de acuerdo con que esa idea va incluida en las palabras del
Apóstol, pero estas personas pasan por alto el aspecto sexual que está
claramente implícito en el pensamiento de Pablo. “Mientras que sus observaciones,
en líneas generales, están de acuerdo con la diatriba (Un fuerte ataque
verbal; un discurso dirigido en contra de alguna persona u obra) convencional contra la extravagancia
de las mujeres, lo más importante que Pablo tiene en mente es lo impropio de que
las mujeres exploten su atractivo físico en tales ocasiones y también el
trastorno emocional que pueden ocasionar en sus hermanos varones.
Knight explica que “la razón por la que Pablo prohíbe los peinados
ostentosos, la joyería recargada y los vestidos demasiado costosos se hace
evidente cuando uno lee en la literatura de la época acerca de la desmesurada
cantidad de tiempo, gasto y esfuerzo que requerían esas joyas y esos cabellos
tan cuidadosamente trenzados; no solamente significaban un despliegue de ostentación,
sino que también era la forma habitual de vestir de las cortesanas y de las
prostitutas... es el exceso y la sensualidad lo que Pablo prohíbe”.
Exceso y sensualidad;
ambos tienen relación con la modestia. La mujer cristiana controla
conscientemente su corazón y sus pasiones en lugar de vestirse y adornarse
exagerada, costosa y sensualmente. Si es modesta, no llamará la atención indebidamente.
Lo que viste no dirá “¡SEXO!”, ni “¡ORGULLO!”, ni “¡DINERO!”, sino “pureza”,
“humildad” y “moderación”.
Un punto más: Como el contexto inmediato de la Epístola de
Pablo a Timoteo trata sobre el comportamiento de los cristianos en la iglesia, hay
quienes afirman que para el Apóstol este debate se limita a las distracciones
en el culto de la iglesia y no afecta
los principios del modo de vestir en otros momentos. Lo repito, creo que estas
personas no entienden a Pablo. La iglesia es “columna y baluarte de la verdad”
(1 Timoteo 3:15). Por tanto, los principios enseñados para ordenar nuestras vidas
en los momentos de adoración a Dios, deben ser la guía definitiva para nuestro caminar diario en su presencia. ¿Acaso es
posible creer que la mujer debe vestirse con modestia en la presencia de Dios y
de los hombres para asistir al culto y luego ataviarse con orgullo y
sensualidad fuera de las reuniones de la iglesia? La siguiente observación de
Knight es perceptiva: “Por tanto, las instrucciones de Pablo a las mujeres, al
igual que las que acaba de dar a los hombres, están dentro del contexto de las
reuniones de la comunidad cristiana, pero no se limitan a ellas… las mujeres
han de vivir siempre en consonancia consu profesión de piedad, vistiendo modesta y discretamente”
Tenemos, pues, directrices bíblicas referentes al vestir con
decoro que empiezan en el contexto del culto de la iglesia y se extiende a
nuestra vida cotidiana.
Jeff
Pollard: Anciano de Mount Zion Bible Church, Pensacola, Florida, EE.UU.
Si quieren ustedes adornos, aquí están: aquí hay joyas,
anillos, vestidos y toda clase de adornos. Hombres y mujeres, vístanse hasta
brillar como ángeles. ¿Cómo pueden hacerlo? Vistiéndose de benevolencia, de
amor por los santos, honestidad e integridad, rectitud, piedad, bondad
fraternal, caridad. Estos son los adornos que los ángeles mismos admiran y que,
aun el mundo, habrá de admirar porque los hombres tienen que admirar al hombre
o la mujer ataviada con las joyas de una vida santa y la conversación piadosa.
Les ruego, hermanos, que “en todo adornen la doctrina de Dios nuestro
Salvador”. —Charles Spurgeon
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