} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 28 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 28 de agosto de 2018

28 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.




 Santiago 2; 10
Porque cualquiera que guarda toda la ley, pero tropieza en un punto, se ha hecho culpable de todos.

Los cristianos no deben usar estos versículos para justificar el pecado. Debemos cuidarnos de no decir: "Ya que no puedo guardar todas las exigencias de Dios, ¿para qué voy a intentarlo?". Santiago nos recuerda que, si hemos quebrantado una sola ley, somos pecadores. No podemos decidir guardar una parte de la ley de Dios y no hacer caso del resto. No se puede quebrantar la ley ni siquiera en una pequeña parte; si se quebranta, es necesario que Cristo pague por ese pecado. Mídase a sí mismo, no mida a los demás, según las normas de Dios. Pida perdón cuando lo necesite, y luego renueve sus esfuerzos para poner su fe en práctica.
Uno no tiene que violar todas las leyes del país para convertirse en un criminal; basta que cometa un solo crimen.
Los hermanos judíos que favorecían a los ricos, afirmando que así guardaban la ley que mandaba amar al prójimo, apelaban a una porción de las Escrituras que les convenía, e ignoraban otras que no les convenían. Pero una porción de la ley de Dios importa tanto como otras, y por eso violarla en una sola porción o parte equivale a rechazar la autoridad de Dios. Si uno voluntariamente viola una parte de la ley de Dios, bajo circunstancias semejantes violaría todas las demás que ahora está guardando, y por su mala actitud muestra que no respeta la autoridad de Dios.
Tampoco está afirmando que un pecado es igual en gravedad y consecuencias que cualquier otro, o que uno que comete un solo pecado es tan mala persona como uno totalmente entregado a la carnalidad. Ese no es su punto. Se dirige a aquéllos que apelan a las Escrituras para justificarse en su demostración de parcialidad, probándoles que no eran justos sino transgresores, porque en otro punto violaban esas mismas Escrituras.

Romanos 3; 21-22
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas;
   es decir, la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen; porque no hay distinción;

Pensemos un poco: quiere decir que Dios es justo, y que acepta al pecador como si fuera justo. Lo natural habría sido decir: «Dios es justo; y, por tanto, condena al pecador como a un criminal.» Pero aquí tenemos la gran paradoja: Dios es justo, y, de alguna manera, con esa Gracia increíble, milagrosa, que Jesús vino a traer al mundo, acepta a los pecadores, no como criminales, sino como hijos a los que sigue amando a pesar de todo.
¿Qué es todo esto en esencia? ¿En qué consiste la diferencia entre esto y el antiguo sistema de la Ley? La diferencia fundamental es esta: que el método de la obediencia a la Ley se refiere a lo que el hombre puede hacer por sí mismo; mientras que el método de la Gracia consiste en lo que Dios ha hecho por él. Pablo hace hincapié en que nada que nosotros podamos hacer puede ganar el perdón de Dios; solamente lo que Dios ha hecho por nosotros puede ganarlo. Por tanto, el camino que conduce a la perfecta relación con Dios no es un intento agotador y desesperado para ganar el perdón de Dios por nuestra cuenta, sino la humilde y arrepentida aceptación del Amor y de la Gracia que Dios nos ofrece en Jesucristo.

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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