1 Corintios 1; 18
Porque la palabra de la cruz es necedad para los que se
pierden, pero para nosotros los salvos es poder de Dios.
El contenido del evangelio no es sencillamente
una filosofía entre otras, pues ninguna filosofía puede salvar eternamente al
pecador. El evangelio une a todos en Cristo para salvación, pero las filosofías
humanas dividen al hombre. ¡Con razón había divisiones en la iglesia en
Corinto!
Para
la persona que considera al evangelio por medio de la sabiduría humana, el
evangelio es locura; no tiene poder alguno. ¿Cómo puede la muerte del héroe
tener poder para salvar a sus seguidores? Tal persona en el mundo, perdida en
sus pecados (Jua_8:24), sigue siendo persona perdida. Sigue rechazando al
evangelio. Y ¿a éstos querían algunos miembros de la iglesia en Corinto
impresionar e imitar, al hacer tanto caso de hombres considerados como grandes
líderes? ¿Para qué enamorarse de quienes se están perdiendo, e imitarles?
--
pero para nosotros los salvos es poder de Dios -- Pablo hace contraste entre “los que se están
perdiendo” y “los que nos estamos salvando”, y entre la locura, según la
conclusión del hombre perdido, y el poder de Dios según el caso de los
corintios cristianos. Estos últimos, habiendo sido lavados, santificados y
justificados por el mensaje de la cruz, demostraban el poder del evangelio.
Ninguna sabiduría humana había podido lograr tal cambio en el hombre, ni puede.
Por
esta razón Cristo envió a Pablo a predicar el evangelio; es la única cosa con
el poder necesario para salvar al hombre perdido. Y ahora, ¿qué diremos de la
iglesia en Corinto? Estaba manifestando actitudes basadas, no en este
evangelio, sino en la sabiduría humana que es carnalidad. Si la perdición y la
locura van juntas, como la salvación y el poder, ¿eran sabios los hermanos en
Corinto al hacer tanto caso de ideas filosóficas hasta causar cismas en la
iglesia?
1 Corintios 2; 9-10
sino como está escrito: COSAS QUE OJO NO VIO, NI OIDO
OYO, NI HAN ENTRADO AL CORAZON DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu,
porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios.
-- Cosas que
ojo no vio, ni oído oyó, Ni han entrado al corazón de hombre -- Los cinco sentidos y la inteligencia (corazón)
del hombre solos no son capaces de descubrir las cosas de la sabiduría de Dios,
a las que se hace referencia en la próxima frase de este versículo.
Ningún
dios pagano, dado que todos estos dioses son creación de la mente humana
y, en verdad, no son nada, ofreció hacer para toda la creación lo que Yahvé
Dios ha ofrecido para todas sus criaturas (Mat_28:19; Mar_16:15). Por eso las
facultades humanas solas nunca podían descubrir la sabiduría de Dios en el evangelio.
-- Son las que Dios ha
preparado para los que le aman --
Son las que pertenecen a las buenas nuevas, al evangelio: justificación,
santificación, redención.
Se ignora el contexto
cuando se aplica la frase “las cosas que Dios ha preparado para los que le
aman” al hogar en el cielo, como se suele hacer al citar este versículo en
servicios funerales. La frase no concierne a cosas futuras, sino pasadas. Las
cosas referidas son las que Pablo predicó en Corinto (2:1,2), y que muchos
corintios recibieron cuando, creyendo, fueron bautizados (Hch_18:8). Son las
cosas del plan de salvación.
No podemos imaginar todo lo que Dios tiene reservado para nosotros en
esta vida y en la eternidad. Creará un cielo nuevo y una tierra nueva
(Isa_65:17, Apoc_21:1), y viviremos con El para siempre.
Mientras tanto, el Espíritu Santo nos consuela y guía. Al saber el
futuro maravilloso y eterno que nos espera, nos da esperanza y valor para
seguir adelante en esta vida, para tolerar las dificultades y evitar que
cedamos a la tentación. Este mundo no es todo lo que es. Lo mejor aún está por
venir.
¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!
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