} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 9 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.

jueves, 9 de agosto de 2018

9 Agosto: Estudiando la Palabra de Dios en la Biblia.


  
1 Timoteo 4; 8-9
porque el ejercicio corporal para poco es provechoso, pero la piedad para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la venidera.
   Palabra fiel es esta, y digna de ser recibida por todos.

     Pablo ha rechazado las severas exigencias ascéticas de los falsos maestros: abstención del matrimonio y de determinados alimentos (Jn_4:3). La práctica, la ascesis de Timoteo, debe ser totalmente distinta: debe ejercitarse para crecer en su vida de piedad. Su vida debe reflejar cada vez más plenamente lo que entraña la doctrina cristiana. En las situaciones concretas de su vida debe dar expresión al nuevo ser, a la nueva vida del cristiano, y realizarlo cada vez mejor. En su conducta y en su obrar debe manifestar cada vez más claramente lo esencial de la doctrina de Cristo: el amor a Dios y al prójimo. Al Apóstol de los gentiles le gusta tomar de la vida deportiva antigua sus metáforas para la vida cristiana. También aquí usa una expresión que toma del gimnasio griego, el lugar donde se lucha y se desarrolla el cuerpo. Este «ejercicio» cuyo fin es crecer continuamente en la unión con Dios y en la piedad, es mejor y está, por su valor, mucho más alto que cualquier gimnasia corporal, pues a la religión se le ha prometido la vida, ya aquí en la tierra, pero especialmente en la eternidad. Pablo conoce los ejercicios corporales que se realizaban en el gimnasio antiguo. Reconoce su valor, pero sabe que son de «poca utilidad», porque dan destreza y salud sólo para la vida terrena. ¡Cuánto más importante es ejercitarse en la piedad! A ella le ha sido prometido el don salvador más grande y más hermoso que se puede conceder a un hombre: la vida eterna futura.
Se le dice a Timoteo que de la misma manera que un atleta entrena su cuerpo, así debe el cristiano entrenar su alma. No es que sea despreciable la buena forma física. La fe cristiana cree que el cuerpo es el templo del Espíritu Santo. Pero Pablo tenía ciertas cosas en mente. Primera, que en el mundo antiguo, especialmente en Grecia, los gimnasios tenían sus peligros. Todos los pueblos tenían su gimnasio; para los jóvenes griegos entre los 16 y los 18 años de edad la gimnasia era la parte más importante de su educación. Pero el mundo antiguo estaba invadido por la homosexualidad, y los gimnasios eran notorios como semilleros de ese pecado particular. Segunda, Pablo propone un sentido de proporción. El entrenamiento físico es bueno, y hasta esencial; pero tiene una utilidad limitada. No desarrolla más que una parte de la persona; y produce unos resultados que solamente duran cierto tiempo, porque el cuerpo es pasajero. El entrenamiento en la piedad desarrolla la personalidad total en cuerpo, mente y espíritu, y sus resultados afectan no solamente en el tiempo sino también en la eternidad. El cristiano no es un atleta de gimnasio, sino un atleta de Dios. Los más grandes entre los griegos reconocían esta verdad. Sócrates escribía: " Es tan importante para un asceta el entrenar su cuerpo como para un rey el entrenar su alma.» «Entrénate sometiéndote voluntariamente a las pruebas para que cuando vengan sobre ti seas capaz de soportarlas.»
"Es fiel la palabra" acerca de lo muy provechoso de la piedad, sobre lo poco provechoso del ejercicio corporal, y por eso el hombre hace bien en aceptarla para ponerla por obra, porque sus buenos resultados son para esta vida y para la venidera.

¡Maranata! ¡Ven pronto mi Señor Jesús!

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