2 Pedro 3; 18
Más bien, creced en la gracia y en el conocimiento de nuestro
Señor y Salvador Jesucristo. A él sea la gloria ahora y hasta el día de la
eternidad. Amén.
Es
decir, en lugar de apostatar, más bien debemos crecer. No caer atrás, sino
crecer adelante. ¡O caer o crecer!
La gramática griega aquí emplea el imperativo
presente: "creced continuamente", causando que uno aumente en la
gracia y el conocimiento de Cristo.
Pedro
y Pablo tenían muy diferentes conocimientos y personalidades, y predicaron
desde diferentes puntos de vista. Pablo ponía énfasis en la salvación por
gracia, no por la ley; mientras que Pedro prefería hablar de la vida y el
servicio cristianos. Los dos no se contradijeron; más bien, siempre se tuvieron
alta estima. Los falsos maestros usaron mal los escritos de Pablo con todo
propósito, tergiversándolos a fin de tolerar el desorden. Sin duda eso los hizo
populares porque a la gente le gusta justificar sus pecados predilectos, pero
eso destruía totalmente el mensaje de Pablo. Pablo pudo estar pensando en los
maestros de esa manera cuando escribió Rom_6:15 :
"¿Qué, pues? Pecaremos, porque no estamos bajo la ley, sino bajo la
gracia? En ninguna manera." Pedro les advierte a sus lectores que deben
evitar los errores de esos maestros perversos al crecer en la gracia y el
conocimiento de Jesucristo. Cuanto más conozcamos a Cristo, tanto menos nos
atraerá la enseñanza atractiva de los falsos maestros.
Pedro
concluye su breve epístola de la misma forma que empezó, exhortando a sus
lectores a crecer en la gracia y el conocimiento del Señor y Salvador
Jesucristo, conociéndolo cada vez más. Este es el paso más importante para
refutar a los falsos maestros. Sin que importe dónde nos hallemos en nuestro
viaje espiritual ni cuán maduros seamos en nuestra fe, el mundo pecaminoso
siempre se enfrenta a nuestra fe de una u otra forma. Nos queda todavía mucho
camino por recorrer. Si cada día hallamos formas de acercarnos más a Cristo,
estaremos preparándonos para defender la verdad en todas las circunstancias.
Al
final de una declaración, la palabra "amén" significa un deseo fuerte
de que así sea.
Hebreos 6; 1
Por tanto, dejando las doctrinas elementales de Cristo, sigamos
adelante hasta la madurez, sin poner de nuevo el fundamento del arrepentimiento
de obras muertas, de la fe en Dios,
El autor de hebreos está seguro de que el
progreso es necesario en la vida cristiana. Ningún maestro llegaría a nada si
no hiciera más que empezar por el principio una y otra vez cuando se pusiera a
enseñar. El autor de hebreos dice
que sus alumnos deben proseguir adelante hacia lo que él llama teleiotés. La versión Reina-Valera traduce esta palabra por
perfección. Pero téleios, el adjetivo, y las demás
palabras de la misma familia, tienen un sentido técnico. Teléiotés no implica un conocimiento completo, sino una cierta
mayoría de edad en la fe cristiana.
El autor de hebreos
quiere decir dos cosas por mayoría de edad.
Algo
que tiene que ver con la mente. Quiere decir que, conforme una persona
va avanzando en edad, debe pensarse las cosas por sí misma. Por ejemplo: debe
ser capaz de decir mejor Quién cree que es Jesús. Debe tener una comprensión
más profunda, no sólo de los Hechos, sino también del significado de la fe
cristiana.
Algo que tiene que ver con la vida. Conforme
uno se va haciendo mayor, debe haber más y más reflejo de Cristo en él. Tiene
que estar desembarazándose todo el tiempo de viejas faltas, y adquiriendo
nuevas virtudes. Deben amanecer cada día en su vida una nueva serenidad y una
nueva nobleza.
Este pasaje nos permite ver qué era lo
que la Iglesia Primitiva consideraba el Cristianismo básico:
Está el arrepentimiento de las obras muertas. La
vida cristiana empieza por el
arrepentimiento; y el arrepentimiento (metánoia) es literalmente un cambio de mentalidad. Conlleva una nueva actitud para con
Dios, la gente, la vida y el yo. Es un arrepentimiento de obras muertas. ¿Qué entiende el autor de hebreos por esta extraña frase? Hay
muchas cosas que puede que quiera decir, todas relevantes y sugestivas.
(a) Puede que las obras
muertas sean acciones que traen la
muerte. Puede que sean las acciones inmorales, egoístas, impías,
desamadas, sucias, que conducen a la muerte.
(b) Puede que sean obras que contaminan. Para un judío,
lo que más contaminaba era tocar un cuerpo muerto. El hacerlo le dejaba a uno
en estado de impureza ritual, y le impedía el acceso al culto hasta que se
purificara. Las obras muertas puede que sean las que contaminan el carácter y
le separan a uno de Dios.
(c) Puede que sean obras que no tienen ninguna relación con el
carácter. Para los judíos, la vida era el ritual; si observaban las
debidas ceremonias a su debido tiempo, eran buenos. Pero ninguna de estas cosas
tenía ninguna influencia en su carácter. Puede que el autor de Hebreos quisiera decir que el
cristiano ha roto con los rituales sin sentido y con los convencionalismos de
la vida para dedicarse a las cosas que ahondan el carácter y desarrollan el
alma y la vida.
Está la fe que mira hacia Dios. La primera
cosa esencial de la vida cristiana es mirar hacia Dios. El cristiano decide sus
acciones, no por el veredicto de los hombres, sino por el de Dios. No busca la
salvación en sus propios méritos, sino sólo en la Gracia de Dios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario