} EL CAMINO: LA SALVACIÓN ES POR FE EN JESUCRISTO: 3 Julio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.

martes, 3 de julio de 2018

3 Julio: Meditando la Palabra de Dios en la Biblia.




 Hebreos 2; 3
¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? Esta salvación, que al principio fue declarada por el Señor, nos fue confirmada por medio de los que oyeron,

   Un tema dominante en hebreos es que Cristo es infinitamente mucho mayor que todos los otros medios propuestos para llegar a Dios. La fe que antes tenían era buena, les dice el autor a sus lectores judíos, pero debe ponerse la fe en Cristo. Así como Cristo es superior a los ángeles, su mensaje es mucho más importante que el de ellos. Ninguno escapará del castigo de Dios si permanece indiferente a la salvación ofrecida por Cristo.
Los testigos presenciales del ministerio de Jesús les habían transmitido sus enseñanzas a los lectores de este libro. Estos lectores eran creyentes de una segunda generación que no habían visto a Cristo en la carne. Ellos son como nosotros; no hemos visto a Cristo en persona. Basamos nuestra creencia en Jesucristo tomando en cuenta los relatos de los testigos presenciales tal como aparecen en la Biblia. 
 La mente y la memoria son como vasos quebrados que no retienen lo que en ellos se vierte, si no se pone mucho cuidado. Esto procede de la corrupción de nuestra naturaleza, las tentaciones, los afanes y los placeres del mundo. Pecar contra el evangelio es rechazar esta salvación grandiosa; es despreciar la gracia salvadora de Dios en Cristo, tomándola con liviandad, sin interesarse por ella ni considerar el valor de la gracia del evangelio o su necesidad, ni a nuestro estado de condenación sin ella.
Los juicios del Señor durante la dispensación del evangelio son principalmente espirituales, pero tienen que temerse más por eso. Aquí se apela a la conciencia de los pecadores. Ni siquiera su descuido parcial escapará de las reprimendas; porque suelen traer oscuridad a las almas que nos destruyen definitivamente.
La proclamación del evangelio fue continuada y confirmada por los que oyeron a Cristo, por los evangelistas y apóstoles que fueron testigos de lo que Jesucristo empezó a hacer y a enseñar; por los dones del Espíritu Santo fueron equipados para la obra a la cual fueron llamados. Todo esto fue conforme a la voluntad de Dios. Era la voluntad de Dios que nosotros tuviéramos una base firme para nuestra fe y un fuerte cimiento para nuestra esperanza al recibir el evangelio. Preocupémonos de esta sola cosa necesaria, estudiemos y escuchemos la voz de Dios en las Sagradas Escrituras, escritas por los que oyeron las palabras de nuestro Señor de gracia y que fueron inspiradas por su Espíritu; entonces, seremos bendecidos con la buena parte que no puede ser quitada.
  Entre los cristianos tibios y liberales se dan también personas muy decentes y honradas que se guardan muy cuidadosamente de toda transgresión burda de la ley moral. Nuestra carta no lo niega, pero lo que afirma es que el hombre, repudiando el Evangelio o desinteresándose por la fe se expone a un peligro incomparablemente mayor de fallar la meta de su vida. Puede ser llevado a la deriva, como un nadador que quiere cruzar una corriente impetuosa y no logra llegar a la orilla salvadora

¡Maranata!¡Ven pronto mi Señor Jesús!


No hay comentarios:

Publicar un comentario